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Bolaños de día y de noche

La humillante distinción entre terrorismo bueno y malo, pactado en la ley de amnistía, es la nueva línea argumental del desmontaje de nuestro Estado de Derecho

Félix Bolaños, el triministro

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Realmente en las escasas semanas de legislatura presenciamos, aunque cada vez con menos asombro, como el triministro Bolaños dice una cosa, a continuación le rectifica algún socio separatista, y de forma apresurada cambia de opinión sin inmutarse. En muchas ocasiones, el triministro tiene que afirmar que lo que dijo no era exactamente lo que entendimos, sino que la nueva versión correspondía a lo que inicialmente declaró, poniendo cara de ofendido como si fuera culpa de los ciudadanos el entenderle perfectamente.

Fue todo un poema ver como defendía, con esa cara de eterno enfado, la existencia de un terrorismo bueno y otro malo, dando clases de derecho penal a través de los medios de comunicación, y como algunos medios de comunicación, aparentemente serios, siguieron desarrollando esa "salvajada" jurídica. Evidentemente al ministro se le está desbaratando el plan inicial de su ley de amnistía, y poco a poco está siendo sustituido por el plan que le están dictando desde Bélgica, Suiza o desde algún despacho oscuro. Indudablemente el plan de sus socios ha sido siempre el blanqueamiento del prófugo de la justicia y de todos aquellos que el separatismo considere oportuno, incluyendo investigados por terrorismo o corrupción.

Para poder seguir el dictado de sus amigos separatistas, el triministro Bolaños sufre continuas transformaciones discursivas. Sin duda estamos ante un Bolaños de día y un Bolaños de noche. Por el día se dedica a visitar al presidente del CGPJ, del Tribunal Supremo, de la Audiencia Nacional, a representantes de asociaciones de jueces o a operadores jurídicos, haciendo declaraciones de profundo respeto, admiración e incluso cariño al poder judicial. Afirmando, con rotundidad, que en España no hay jueces prevaricadores.

El muñeco a golpear

Pero por la noche, preside cenas en las que negocia los ataques a los mismos jueces que por la mañana dice defender. Seguramente en estas reuniones con nocturnidad y probablemente alevosía se pactan la intensidad de los ataques, insultos y señalamientos ad hominem a magistrados honorables como García Castellón, el cual se ha convertido en el muñeco a golpear, como antes lo fue el instructor del golpe de estado del 1 de octubre, el magistrado Llarena, o el presidente de la sala segunda del tribunal supremo Manuel Marchena.

La realidad es que el triministro Bolaños ha estado negociando con el separatismo, con delincuentes condenados y prófugos de la justicia los ataques al Poder Judicial . Así cada ley o decreto que presenta a la Cámara tiene que pasar por la mesa de Puigdemont y el resto de sus socios, y ése es el precio que le exigen para su aprobación. Sin duda las sesiones de control al gobierno tienen que ser autorizadas en Bruselas o Ginebra, ya que ahí es donde parece que se decidan las líneas políticas de actuación de cada ministerio.

Los insultos de Ribera

El triministro Bolaños, como coordinador político del Gobierno, consintió sin rechistar que la vicepresidenta Ribera insultara a los jueces señalando como prevaricadora la instrucción del magistrado García Castellón o que el diputado Pisarelo, miembro destacado de Sumar, acuse a la Audiencia Nacional de ser nido de corruptos y prevaricadores. O que desde la presidencia del Congreso y de la comisión de justicia se consientan insultos a miembros del Poder Judicial, convirtiendo al Gobierno en el abogado defensor de investigados por terrorismo y corrupción. Todo es poco para blindar a Puigdemont, Marta Rovira y a los CDR del 'tsunami democratic'.

La humillante distinción entre terrorismo bueno y malo, pactado en la ley de amnistía, es la nueva línea argumental del desmontaje de nuestro Estado de Derecho, y seguramente va a tener continuidad en posteriores reformas legislativas, porque ese es el acuerdo a que se ha llegado en eses reuniones nocturnas dirigidas por el 'Bolaños de noche', que son ejecutadas por el 'Bolaños de día'. La enmienda pactada por Bolaños y Junts es un intento, sin duda, de reinterpretar el delito de terrorismo, contraviniendo la jurisprudencia y directivas de la Unión Europea.

Hasta tal punto llegan las cesiones del Gobierno y en particular del triministro Bolaños, que solamente falta que pacten con los separatistas como ha de ser el contenido de las resoluciones judiciales, imponiendo a los jueces un texto que sea del agrado de los investigados y condenados. Es tal la desesperación gubernamental que no dudan en atacar a jueces, aceptar el terrorismo como moneda de cambio para continuar agónicamente en la Moncloa. Esta es la contribución del triministro Bolaños a la independencia del Poder Judicial y a la seguridad jurídica en nuestro país.

El cerebro jurídico

Dicen los pelotas de turno que Bolaños es el cerebro jurídico de Sánchez, pero en realidad es el mayor 'chollo' para los separatistas, delincuentes o no, porque no tiene ningún límite en su capacidad de ir saltando líneas rojas, retorciendo las instituciones públicas para ponerlas al servicio de los que quieren destrozarlas , organizando los ataques al Poder Judicial y utilizando el decreto ley de forma abusiva.

Sin duda cada vez que veamos la cara de enfado del triministro Bolaños, en alguna de sus comparecencias o ruedas de prensa, podremos comprobar qué es lo que le han ordenado por la noche para que ejecute por el día, qué línea roja tiene que saltar y cuál es el tamaño de la mentira que tiene que blanquear. Así de transparente es 'el cerebro jurídico de la Moncloa'.