Cuanto peor para Sánchez, mejor para España… y viceversa
Es muy complicado gobernar así, de derrota en derrota, sumiendo al PSOE en un estado de descomposición y entregado a los independentistas enemigos de España
Seguro que Pedro Sánchez ha tenido semanas que han arrancado mejor que esta. Que le vaya mal a él -en lo político, claro- es una buena señal que indica que a España seguramente le va bien o al menos le va mejor. Desde luego lo sucedido el domingo por la noche en Galicia cumple esa doble condición: muy malo para el líder socialista y extraordinariamente bueno para nuestro país, que se libra de un nuevo frente independentista auspiciado por el PSOE.
Si el domingo va a dejar secuelas en el sanchismo, este lunes no ha sido mejor. Enésimo revés judicial al Gobierno. El Tribunal Supremo le ha propinado un palo a Pedro Sánchez, este en el lomo del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska.
Los magistrados han anulado la decisión del Gobierno de transferir a Navarra las competencias de Tráfico, expulsando así de esa comunidad a la Guardia Civil. Según la sentencia, no se puede usar la vía del real decreto para atribuir una competencia que no está reconocida en la Lorafna, el equivalente al estatuto de autonomía. Y de nuevo se cumple la doble condición: lo que es malo para Sánchez es bueno para España y para Navarra.
Y qué decir de la ley de amnistía. De momento parece que no hay fumata blanca, pese a las promesas del ministro de la presidencia, Félix Bolaños, que dio prácticamente por seguro un acuerdo con Junts. Carles Puigdemont no cede y el PSOE quiere ampliar quince días el plazo para debatir de nuevo la norma en la Comisión de Justicia. Otra vez, que la ley no vea la luz es malo para los intereses de Sánchez y muy bueno para los de España.
Es evidente que Pedro Sánchez no atraviesa por su mejor momento y que ahora mismo la legislatura pende de un hilo porque sencillamente es muy complicado gobernar así, de derrota en derrota, sumiendo al PSOE en un estado de descomposición y entregado a los independentistas enemigos de España. Es evidente que intentará aguantar el máximo tiempo posible, contra viento y marea. Eso también cumple la doble condición, aunque justo al revés. Solo será bueno para Sánchez y muy malo para España.