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Koldo, Santos Cerdán y Pedro Sánchez: favores debidos

¿En qué cabeza cabe que Koldo, un hombre con escasísima formación y portero con condenas, pasara de chófer y chico de los recados de José Luis Ábalos a consejero de Renfe Mercancías?

Pedro Sánchez con Koldo García Izaguirre

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La historia de Koldo García Izaguirre es tan surrealista que cuesta creerla. ¿Cómo es posible que un portero de discoteca o de puticlub con dos condenas por altercados violentos a sus espaldas acabe de concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Huarte? ¿En qué cabeza cabe que Koldo, un hombre con escasísima formación, pasara de chófer y chico de los recados de José Luis Ábalos a consejero de Renfe Mercancías?

Si alguien hubiera puesto algo de cordura en el camino, Koldo jamás hubiera sido concejal del PSOE ni consejero de ninguna empresa pública, por lo que nunca habría conseguido mordidas millonarias con las mascarillas. Pero todo se hizo mal en este caso.

Fue Santos Cerdán, actualmente número tres del PSOE, el que aupó a Koldo dentro del Partido Socialista de Navarra. Tanto es así que ocupó una plaza de suplente en las listas del partido en las elecciones forales de 2015. Cerdán fue además el que se lo presentó a Pedro Sánchez, cuando el hoy presidente recorría España en coche para buscar avales y simpatías de cara a las primarias del PSOE.

Koldo, por lo tanto no era un militante más. El hoy presidente del Gobierno le dedicó un tuit cariñoso y elogioso en aquella época e incluso le menciona en uno de sus libros en el que cuenta cómo este militante navarro custodió día y noche los avales que le permitieron concurrir a las primarias contra Susana Díaz. Daba la impresión de que Sánchez se sentía, hasta cierto punto, en deuda con él.

Ahora nadie conoce a Koldo. Todos le habrán negado antes de que el gallo cante tres veces. Sánchez y Cerdán hablan de él como si no tuvieran idea alguna de quién es y hasta Ábalos, que también marca distancia, finge estar desconcertado y sorprendido por las acusaciones que pesan sobre él.

Lo cierto es que esas relaciones existieron y fueron estrechas, por lo que es preciso aclarar hasta qué punto Cerdán, Sánchez y Ábalos conocieron, autorizaron y favorecieron esos contratos de suministro de material sanitario con una empresa sin experiencia y con una facturación de cero euros.