Confiemos en los jueces: Puigdemont no vendrá en verano a España

Junts ha anunciado que la intención de Carles Puigdemont es regresar a España este verano, que es cuando la ley de amnistía estará en pleno vigor. Es cuestión, calculan, de unos cuatro meses: dos que va a tardar el Senado en tramitarla (el tope legal) y otros dos como mucho para que se aplique, que es el plazo máximo que marca la propia ley. Añaden los independentistas que la norma establece también que no se puede suspender de forma cautelar, por lo que los jueces tendrán que aplicarla salvo que estén dispuestos a prevaricar.

Por suerte para todos, España todavía es un Estado de Derecho, muy maltrecho, sí, pero en el que el Poder Judicial se mantiene firme e independiente. Sánchez no ha podido controlarlo, pese a todo lo que ha trabajado para hacerlo, y por lo tanto es más que previsible que los jueces se opongan con uñas y dientes a esta ley. Y pueden hacerlo.

Por mucho que se empeñe Junts en decir lo contrario, la aplicación de la ley de amnistía se va a paralizar en cuanto un juez español plantee una cuestión perjudicial ante el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE). A buen seguro que el del Supremo que instruye la causa por terrorismo contra Puigdemont y otros lo va a hacer. Y eso va a impedir que la amnistía sea una realidad hasta que ese tribunal se pronuncie.

Puede pasar más de un año hasta que eso suceda y al menos en ese tiempo si Puigdemont pone un pie en España sería detenido por la Policía o la Guardia Civil. Del hombre que huyó escondido en un maletero no se espera ninguna valentía. Así que el prófugo seguirá en su guarida de Waterloo y con un poco de suerte el TJUE acabará tumbando la ley de amnistía, por lo que no tendrá ninguna opción de regresar a España, ni este verano ni nunca.

Veremos hasta qué punto el retraso en la aplicación de la amnistía puede condicionar el apoyo de Junts a los presupuestos generales del Estado, que es la clave de bóveda de la legislatura. Con ellos Sánchez estará al menos un par de años enrocado en la Moncloa y sin ellos se le complica mucho la supervivencia.