Manifestación en la sede del PP: el delegado del Gobierno en Madrid debe dimitir
No es de recibo que lo que el delegado de Pedro Sánchez permitió en la calle Génova lo impidiera en la calle Ferraz hace unas semanas. Y no es la primera vez que sucede
Este miércoles por la tarde el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, permitió que varios cientos de ciudadanos se agolparan frente a la sede del PP en la calle Génova para pedir la dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a la que acusan de “asesina”, por las muertes de ancianos en las residencias durante la pandemia, y de “corrupta”, por el presunto fraude fiscal que podría haber cometido su actual pareja.
La gente, faltaría más, es libre de manifestarse incluso por dos acusaciones disparatadas como estas. ¡Allá ellos! Incluso deben poder hacerlo delante de la sede de un partido, en la misma puerta si es preciso. Lo que no es de recibo es que lo que el delegado de Pedro Sánchez permitió en la calle Génova lo impidiera en la calle Ferraz hace unas semanas. Allí, la Policía se empleó a fondo, incluso con gases lacrimógenos, para evitar que los manifestantes llegaran a la puerta de la sede del PSOE.
Martín no actúa como un delegado del Gobierno sino como un delegado del PSOE o de Pedro Sánchez, velando por los intereses de su partido en lugar de por los derechos de los ciudadanos. Tal ha sido la arbitrariedad de su actuación que no debería seguir ni un minuto más en su puesto. Los madrileños no tienen por qué padecer a un comisario político que manda reprimir con violencia las manifestaciones contra el PSOE mientras tolera que los manifestantes se planten en la puerta de la sede del PP.
No es tolerable esta actuación. Y no es la primera vez que sucede, aunque sí es la más grosera. Hace unas semanas, el 21 de febrero, Francisco Martín permitió que la protesta de los agricultores que tomaron Madrid con sus tractores discurriera también justo por delante de la sede del PP. Para mayor manipulación aún, en esa ocasión TVE montó un directo para informar de la protesta, casualmente cuando los tractores pasaban por la calle Génova. Lo que se vio a la espalda del redactor que la televisión pública desplazó allí fue el logotipo del Partido Popular.
La actuación de Martín es bochornosa, marcada por una animadversión clara hacia la presidenta de la Comunidad de Madrid. Para muestra, un botón. Hace unos días, el delegado del Gobierno, marioneta de Pedro Sánchez, afirmó lo siguiente: “Llevamos mucho padeciendo una saga mafiosa que proviene de Esperanza Aguirre y ahora tenemos a 'La Madrina' de Ayuso”. Esas declaraciones son inadmisibles y totalmente impropias para alguien que debería representar al Gobierno de la nación, pero que en realidad actúa como un testaferro de su jefe, el presidente Sánchez.
Francisco Martín debe dimitir, aunque todos sabemos que no lo va a hacer, entre otras cosas porque tampoco nadie se lo va a exigir. De hecho, con su patética actuación como lacayo del sanchismo está ganando puntos para un futuro ascenso. Así está España.