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Elena Sánchez, directora de RTVE

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Monclovitas de pro hablan sin tapujos de cambiar a la presidenta de RTVE. Elena Sánchez ha dejado de ser a sus ojos suficientemente favorable a Pedro Sánchez. Se ha desviado de la línea mediática que marca José Miguel Contreras, perejil de todas las salsas y gurú de cabecera del presidente, amén de consejero de PRISA, lo que la convierte en "persona prescindible".

Quieren sustituirla por Irene Lozano, periodista, antigua diputada socialista y directora del Consejo Superior de Deportes, ahora recolocada como presidenta de la Casa Árabe, pero, lo más importante, mano escritora de los dos libros de Sánchez. Desearían aprovechar los cambios que habrá estas semanas de consejeros de RTVE para meter esa cuña.

El motivo 'oficial' de la ojeriza actual con la presidenta de la Corporación Pública es por poner impedimentos al desembarco del programa "La Resistencia" de David Broncano en TVE.

La excusa política, a grandes rasgos, es que el líder socialista necesita ganar apoyo entre los jovenes y "El Hormiguero" de Antena3, presentado por Pablo Motos, muy crítico con Sánchez, es un dique para ello.

Así que La Moncloa, para contrarrestar ese pantanal, busca tener en la televisión pública, a la misma hora de la noche, un programa que compita con Motos…. Y Broncano es el que mejor puede hacerlo. Así lo vende el 'brujo visitador' de La Moncloa, Contreras. Y con los mismos argumentos lo ha puesto en marcha su brazo ejecutor en Prado del Rey, José Pablo López, director de contenidos generales de TVE. El precio es lo de menos, es pólvora de rey: poco importan los casi 42 millones que va a costar a todos los españoles ese acuerdo con 'El Terrat', productora de Mediapro que hace el programita de la discordia.

Pero, no es oro todo lo que reluce. La realidad es distinta: estamos ante otro 'negociete' más de los amigos de Sánchez. Y José Miguel Contreras y su fiel José Pablo López, son expertos en los menesteres. Eso se juega entre bambalinas.

Los contratos que firman ciertas productoras con televisiones públicas son un escándalo para investigar a fondo. ¿Corrupción? Peor todavía. De ahí que si al final echan a Elena Sánchez o dimite ella harta de RTVE, no será por un programa más o menos, o por ser poco o muy sanchista, sino por no haber sido suficientemente dócil para que los de siempre, a la sombra del poder, se lleven la pasta que les hace de oro. A.M.BEAUMONT