Ayuso pone el dedo en la llaga y Aragonés se burla de Sánchez

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ni se esconde ni se calla. Por mucho que la acosen con estrategias chavistas, ella da la cara y no afloja. Este lunes en el Senado puso el dedo en la llaga cuando retrató al presidente del Gobierno y sus tejemanejes con los separatistas catalanes: “Sánchez ha iniciado un proceso constituyente sin estar legitimado para ello”, dijo con contundencia.

Eso es exactamente lo que está haciendo Pedro Sánchez, reformar la Constitución por la puerta de atrás, tal y como señalaron en su informe sobre la ley de amnistía os letrados del Senado hace unas semanas. “Estamos ante un golpe contra la unidad nacional, la democracia y el Estado de Derecho programado y por etapas, y que será imparable si no reaccionamos a tiempo”, lo definió Ayuso.

Sin anestesia, sin paliativos, Ayuso describe lo que está ocurriendo. Tiene razón cuando dice que Pedro Sánchez "blanquea el plan criminal ensoñado por ETA” y “reescribe la ley a favor de los delincuentes condenados”. También acierta cuando señala que “el Gobierno depende de quienes quieren liquidar la nación, que son", realmente quienes mandan”. Y no yerra cuando asegura que “los secesionistas sólo necesitaban de un Gobierno débil y ahí lo tienen, a sus pies”.

De ridiculizar a Sánchez y de recordar que la amnistía no tiene nada que ver con la reconciliación se encargó a la perfección su socio y aliado, Pere Aragonès, presidente de la Generalitat de Cataluña. De nuevo situó el referéndum de autodeterminación como la meta a la que aspira a llegar. El procés sigue en marcha, pero ahora con la complicidad de Sánchez. Por mucho que lo nieguen ahora desde el Gobierno y desde el PSOE, razonó Aragonés, antes también “gritaban, no habrá amnistía ni habrá referéndum” y, sin embargo, “de la noche a la mañana, dejó de ser inconstitucional e imposible”.

Por eso está convencido, y muchos con él, que “lo mismo sucederá con el referéndum”. Si Sánchez lo necesita para seguir en la Moncloa, desde luego que sí. El PSOE sigue insistiendo, y ayer lo hizo su portavoz, Esther Peña, en que no habrá nunca un referéndum porque divide. Es lo mismo que han dicho Sánchez e Illa. Ninguno se atreve a decir que no puede hacerse porque sencillamente es inconstitucional. Han aprendido mucho de la amnistía.