La ETA de quita y pon del hipócrita Sánchez
Para Pedro Sánchez todo es un mercadeo de votos. Sus principios están pringados por el interés particular. Ayer, hablar de ETA era “una matraca” del PP; hoy, cuando hay que darle la vuelta a la chaqueta por necesidad electoral, es “incompatible con la democracia” que el candidato de Bildu defina a los terroristas como “organización armada”.
Han sido años de blanquear etarras, de hacer que las nuevas generaciones desconozcan el terror, dolor y llanto que trajo una banda terrorista que mató a más de 800 españoles por ser españoles.
A cuatro días de las elecciones del País Vasco, cuando los sondeos apuntan que los de Arnaldo Otegi van a llevarse la victoria, el presidente del Gobierno ordena a un nuevo bandazo a los suyos, otro “cambio de opinión”, y, ahora sí, se puede decir lo que siempre han sido los asesinos del hacha y la serpiente y sus secuaces políticos.
¿Recuerdan al ministro Óscar Puente alegrándose de la entrega de Pamplona a un “partido progresista”? ¿O del delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, sin que se le cayese la cara de vergüenza, decir que Bildu había salvado más vidas que los “patriotas de pulsera”? ¡Ya está bien de engaños! El domingo, otra vez, se le debe hacer saber a Sánchez. A.MARTÍN BEAUMONT