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Corrupción en el PSOE: Ábalos tampoco es un bulo

La realidad es que ni el ‘caso Koldo’ ni el ‘caso Begoña’ son bulos. De hecho, tienen un nexo común que debería aclarar el ex ministro de Transporte. Se trata de Víctor de Aldama

Pedro Sánchez

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Este lunes tenemos a José Luis Ábalos en la comisión de investigación del Senado sobre el llamado caso Koldo. El ex número dos del PSOE y ex ministro de Transportes tiene mucho que explicar, aunque probablemente no vaya a explicar nada, y eso que los socialistas, sus compañeros, le han arrojado a los leones. Es previsible que utilice la misma estrategia de Pedro Sánchez, denunciar una persecución de la derecha contra el Gobierno, apelar a la máquina del fango y decir que todo son bulos contra él y su partido.

La realidad es que ni el caso Koldo ni el caso Begoña son bulos o mentiras o invenciones. De hecho, tienen un nexo común que debería aclarar el ex ministro de Transportes. Se trata del empresario Víctor de Aldama, el perejil de todas las salsas: principal comisionista de la trama de las mascarillas, presente en reuniones entre Air Europa y Begoña Gómez antes del rescate de la aerolínea y en Barajas la noche de Delcy Rodríguez y sus misteriosas maletas.

Ábalos podría explicar qué pintaba Aldama en todos estos asuntos, qué papel jugaba y hasta dónde tenía influencia, predicamento y entrada en Ferraz. Podría contarnos por qué fueron aquella noche al aeropuerto a ver a la vicepresidenta de Venezuela y qué había en las maletas de las que su asesor, Koldo García, afirma que no quiere hablar “ni muerto”.

El exministro fue el hombre todopoderoso en el PSOE y uno de los ministros más influyentes del Gobierno, además de una persona de la máxima confianza de Pedro Sánchez hasta que de la noche a la mañana cayó en desgracia. Nunca se ha aclarado qué pasó realmente para que el presidente dejara de confiar en él. El exministro tiene en el Senado una buena oportunidad de explicarlo también.

Ábalos no parece dispuesto a tirar de la manta, al menos no aún. El caso Koldo está judicializado y es bastante probable que la única razón por la que el exministro no esté investigado sea que es un aforado. De hecho, él mismo fue capaz de salirse del PSOE y llevarse su escaño al Grupo Mixto para mantener su condición de diputado y la protección que eso le otorga. En esas condiciones no le interesa hablar. Quizás en un futuro, si finalmente es imputado, podría tener razones y motivos para explicar todo lo que este lunes le van a preguntar en la comisión de investigación. Sus respuestas, qué duda cabe, podrían hacer caer al Gobierno.

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