Pocas dudas: Salvador Illa es el testaferro de Puigdemont
Ni Sánchez ni el candidato socialista niegan que si pueden, harán presidente al prófugo. El líder del PSOE siempre ha cedido cuando ha visto peligrar su sillón
Si Pedro Sánchez negara la posibilidad de hacer presidente de la Generalitat a Carles Puigdemont sería preciso desconfiar. Su palabra no vale nada. Pero es que en este caso ni siquiera lo niega. Ni él ni su candidato en Cataluña, Salvador Illa.
El domingo, en la entrevista que concedió al diario El País, el presidente del Gobierno fue cuestionado por ese asunto. “¿Haría presidente a Puigdemont si dieran los números?”, fue la pregunta literal. “Nosotros salimos a ganar y lo que queremos es que Salvador Illa sea el presidente de la Generalitat de Cataluña. El señor Illa dice que, si gana las elecciones, como parece que todo indica, se presentará a la investidura y verá qué partidos políticos le apoyan o no le apoyan”, contestó Sánchez. Hubiera sido fácil decir un no rotundo, pero no lo dijo. Es más, lo esquivó de manera consciente. Y eso que no tiene empacho alguno en mentir.
Lo mismo le sucedió en el debate electoral de este lunes en La Sexta. Salvador Illa se enfrentó a la misma pregunta y la respuesta fue muy parecida: balones fuera, evitando pronunciar un no. “Vamos a dejar que hablen los catalanes y luego hablaremos”, fue su contestación cuando la conductora del debate le afeó que no contestara directamente sobre sus intenciones de pactar con Junts a partir del domingo.
Queda bastante claro que, si se dan las circunstancias, Puigdemont será investido presidente de la Generalitat con los votos de los socialistas catalanes. Esas circunstancias pasan porque Junts sea la segunda fuerza más votada, la primera entre los separatistas. Y las encuestas, todas sin excepción, dicen que así será.
Basta observar el patrón de conducta de Pedro Sánchez para llegar a la conclusión de que entregará al Generalitat a Junts. El líder del PSOE siempre ha cedido cuando ha visto peligrar su sillón. De forma especial ha cedido con Puigdemont que le hizo pasar por el aro de la amnistía, retratar al PSOE bajo una humillante foto de las urnas del 1 de octubre y firmar un pacto de investidura en el extranjero. Y eso se ha repetido cada vez que ha necesitado sus votos.
No hay motivo para pensar que ahora vaya a ser diferente. Sánchez sabe que su supervivencia en la Moncloa depende de Puigdemont. Si le niega el sillón de la Generalitat, lo más probable es que el prófugo intente pagarle con la misma moneda, dejándole caer en el Gobierno nacional. Podría tratar de echarle un pulso, pero siempre que lo ha intentado ha terminado cediendo.
La conclusión para cualquier votante que tenga dudas es clara: si vota al PSC es bastante probable que su voto acabe en Junts. Votar a Salvador Illa es muy parecido a votar a Puigdemont. El socialista es el testaferro político del prófugo.