Mbappé sí, Sánchez no
Al igual que el matrimonio Real Madrid-Mbappé ha sido la crónica de un fichaje anunciado, esos comicios deberían ser la crónica de una derrota anunciada
Probablemente le ha venido muy bien a Pedro Sánchez el anuncio oficial del fichaje de Kilian Mbappé por el Real Madrid para las cinco próximas temporadas. El francés, de manera involuntaria, ha eclipsado las noticias graves y preocupantes que se amontonan en torno a los dos casos de presunta corrupción que acechan al líder socialista, uno en el Gobierno, el caso Koldo, y el otro en su propio hogar, el caso Begoña.
La llegada de Mbappé a Madrid merece todos los titulares que se le están dando. Es un acontecimiento deportivo planetario, sin duda. Es la guinda a un pastel, el de la Liga y la decimoquinta Champions, que convierten este momento en uno de los más dulces de la historia del club blanco. Y eso es mucho decir.
Pero hay espacio para todo, también para ocuparnos de las elecciones europeas que están a 5 días vista. Y al igual que el matrimonio Real Madrid-Mbappé ha sido la crónica de un fichaje anunciado, esos comicios deberían ser la crónica de una derrota anunciada. Porque los españoles tenemos la oportunidad de mostrarle a Pedro Sánchez lo que pensamos de él a través de nuestro voto, que es la fórmula que nos ofrece la democracia.
No hay ni una sola razón de peso para votar al PSOE y en cambio nos sobran los motivos para no hacerlo: la amnistía; el deterioro de las instituciones; el caso Koldo y el caso Begoña; la farsa de la carta y el encierro de cinco días; las mentiras continuas; los pactos con Bildu; las negociaciones con los separatistas en el extranjero ante un mediador internacional… Y podríamos seguir un rato.
Es cierto que las elecciones europeas tradicionalmente registran una baja participación. No motivan a los ciudadanos que ven a la Unión Europea como una institución lejana, fría y un tanto ajena a sus intereses. Aunque no es cierto, es casi secundario en la actual coyuntura. Hay que ir a votar no tanto por lo que nos jugamos en Europa, que también, sino pensando en propinarle una severa derrota a Sánchez. Cuanto más severa más tocado quedará.
Así que hay que ir el próximo domingo a votar y es preciso pedirle a nuestros amigos y familiares que lo hagan. La izquierda está muy movilizada. Es lo que ha buscado el Gobierno con sus acusaciones a la oposición, a los medios críticos y a los jueces de poner en marcha un complot, el famoso fango, contra el presidente. Las elecciones europeas son esta vez un gran plebiscito sobre Sánchez, una ocasión que no podemos desperdiciar de mandarle un mensaje claro y nítido de rechazo.