El “cordón sanitario” al PP catalán
El líder del PSC, Salvador Illa, durante el pleno de constitución de la XV legislatura del Parlament de Cataluña.
Los primeros pasos de la legislatura en Cataluña muestran al PSC amedrentado por el independentismo e incapaz de acercarse al PP para buscar el apoyo que evitase una mesa del Parlament en manos de Carles Puigdemont.
El "cordón sanitario" no se aplica ya solamente a Vox, como hasta este momento hacían los socialistas. Ahora también se extiende a los populares, con lo que Salvador Illa queda en manos de lo que decidan los partidos secesionistas, aunque “históricamente” perdieran la mayoría absoluta en las pasadas elecciones.
La "convivencia" catalana se ha estrenado con Junts y ERC admitiendo el voto telemático que el Tribunal Constitucional ha sentenciado ilegal. Es decir, desobedeciendo las leyes y con la vuelta a las imágenes del “procés”. Ahora, en lugar de Carmen Forcadell en la tribuna como presidenta, está Josep Rull, el consejero que se fotografió en su despacho haciendo que trabajaba con normalidad cuando Puigdemont se fugó en el maletero del coche a Waterloo para no ser detenido. Esto ha ocurrido justo el día en que se ha publicado en el BOE la ley de Amnistía para, según Pedro Sánchez, devolver a la política lo que nunca debió estar en manos de los jueces.
Paralelamente, en el Ayuntamiento de Barcelona, ERC y el PSC han cerrado un acuerdo por el que los republicanos independentistas se incorporen al equipo de Gobierno municipal del alcalde socialista Jaume Collboni. El socialismo catalán parece poner todos los huevos en la cesta de los de Oriol Junqueras: lo que Illa llama “una mayoría progresista” (PSC, ERC y Comunes). En eso se afana el exministro de Sanidad, haciendo oídos sordos a quienes le advierten de que desde La Moncloa van a “sacrificarte” para que Puigdemont regrese a España como “president” y Sánchez pueda seguir mandando. A.M.BEAUMONT