Los azotes genoveses del 'sanchismo'
La sede del fango está en la Comunidad de Madrid. La Puerta del Sol, para Pedro Sánchez, es el foco de todos los males. Isabel Díaz Ayuso es una bruja y Miguel Ángel Rodríguez la escoba con la que vuela. La fijación monclovita con la lideresa popular y su gente es obsesiva. Los odios de Sánchez encumbran a Ayuso. El Gobierno en descomposición busca coger aire en todas partes.
El presidente es un mago creando enemigos externos e internos para despejar balones ante sus fracasos. Ayuso y Rodríguez son los ajenos al PSOE para que dirijan sus odios la izquierda; “compañeros” como Juan Lobato, Juan Espadas y Emiliano García-Page son las caras para enjugar su derrota en las Casas del Pueblo. Todos son culpables salvo Sánchez, pese a haber convertido una campaña electoral en un plebiscito sobre su persona y la de Begoña Gómez. Poca cera para arder en un perro al que todo son pulgas.
A Alberto Núñez Feijóo -al contrario que al mandamás socialista- las cartas que le reparten cada día son triunfos. Sus victorias electorales le dan alas. En este momento, el 'antisanchismo' lo engorda el propio líder socialista con su radicalidad y soberbia. Es un suma y sigue.
A los populares les toca proponer un discurso directo y atrayente en asuntos mollares como la educación, la familia, la carestía de la vida, la vivienda, la ecología (que el dogmatismo gubernamental ha convertido en hambre para la gente rural), la seguridad y la inmigración ilegal, que tanto daño hace en todos los sentidos, incluido a los propios extranjeros que llegan al país a ganarse honradamente la vida. La fundación 'Reformismo21' debe revitalizarse.
Por cierto, es una grata sorpresa descubrir dirigentes genoveses como Ester Muñoz. La diputada leonesa, vicesecretaria de Educación y Sanidad en el partido a nivel nacional, es una brillante incorporación de Feijóo a su equipo: trabajadora, sabe lo que hace, tiene ideas propias, habla claro y comunica de forma acorde al ritmo de los tiempos en los que nos movemos. La presidenta del PP de León demuestra a diario ser un buen azote del 'sanchismo'. A.M.BEAUMONT