El Gobierno y el secuestro a la democracia

La debilidad del gobierno socialista está convirtiendo al Congreso de los Diputados en una cámara secuestrada. Nunca en democracia se ha visto como el partido que sustenta al Gobierno, en este caso el partido socialista, ha impedido, utilizando la mayoría artificial que tienen en la mesa de la cámara, la tramitación de iniciativas legislativas aprobados por la mayoría de los diputados o senadores.

En la presente legislatura el PSOE y Sumar han bloqueado 15 leyes propuestas por el Partido Popular cuya admisión a trámite ha sido aprobada por mayoría absoluta.

El Gobierno, a través de la presidenta del congreso Francina Armengol, está impidiendo el inicio de discusión de leyes tan importantes como la ley sobre el sistema alimentario, la ley de enfermos de ELA, la ley de ampliación de supuestos susceptibles de ser condenados con la prisión permanente revisable, la ley de multirreincidencia para los delitos leves de hurto y estafa, la ley antiokupación, ley de reducción de IVA a las peluquerías, la ley de costas para evitar el derribo de las viviendas cercanas a las playas, leyes de protección de las fuerzas y cuerpos de seguridad y funcionarios penitenciarios entre otras.

Incluso el partido socialista ha tenido que retirar leyes como la del suelo para evitar su derrota parlamentaria, ya que el apoyo de sus socios de Junts o ERC solo son seguros en aquellas iniciativas que favorezcan el soberanismo en Cataluña. Como se ha podido comprobar en el debate de la ,ley de amnistía, única ley que en este periodo de legislatura el gobierno ha podido aprobar, aunque con mucho sudor y tras un primer intento fallido.

Esta situación es de verdadero secuestro democrático y provoca un bloqueo al mandato del artículo 23.1 de la Constitución, que garantiza el derecho a la participación política de los ciudadanos a través de sus representantes.

Es verdaderamente curioso que los socialistas se rasguen las vestiduras ante la no renovación del CGPJ y callen ante su bloqueo a un derecho fundamental en un Estado democrático, en el primer caso el motivo es la defensa de la independencia judicial, en cambio en el segundo caso se bloquean las leyes por mero sectarismo.

La agonía de la legislatura es ya un clamor, no solamente por la incapacidad del Gobierno de tramitar leyes ordinarias sino por su falta de apoyos para aprobar los Presupuestos Generales del Estado del año 2024 y están en el aire los de 2025. En ambos casos debido a la situación de la pacificada Cataluña, cuyos partidos independentistas ERC y Junts se encaminan a provocar la repetición de las elecciones y en consecuencia la continuidad de la parálisis legislativa nacional.

Conociendo el carácter vengativo de Sánchez, estará buscando un chivo expiatorio y las cabezas que están en juego son las de Bolaños, responsable de la negociación parlamentaria, la de María Jesús Montero, dueña de la caja que sirve para comprar las voluntades de los insaciables socios, y la de Patxi López portavoz parlamentario, entre estas tres se rifa la decapitación.

Por eso en cada sesión parlamentaria la vicepresidenta Montero entra en trance con chillidos histéricos, movimientos de cabeza dignos de la película El Exorcista e insultos a la oposición. También se puede ver a Bolaños con una cara cada vez más contraída en una mueca de ansiedad taquicárdica. Por no describir el lenguaje corporal de Patxi que cada vez se encoge más en su escaño, como si quisiera desaparecer, cuando Sánchez le mira al perder el Gobierno una votación.

El único libre, por ahora, de la guillotina es Óscar Puente, ministro del tweet facilón, que es esfuerza en cumplir su función de enfangar cuando su jefe necesita que se desvíe la atención de la opinión pública y de los medios de comunicación ante algún fracaso del gobierno o algún asuntillo familiar que hay que esconder.

En definitiva todo vale en esta democracia secuestrada que nos está dejando la presente XV legislatura, no obstante como dice el actor norteamericano Neal McDonough 'si trabajas duro en algo, grandes cosas ocurrirán'.