La “perra gorda” de Sánchez a Feijóo

Menos de un día ha tardado Pedro Sánchez en “cambiar de opinión” sobre el sistema para despolitizar el método de elección de los 12 vocales judiciales del CGPJ para que no se los repartan PSOE y PP. Félix Bolaños dijo este miércoles en la Cadena SER que el acuerdo “no es vinculante” para el Gobierno. Más todavía, reveló que él es firme defensor de dejar las cosas como están: “Yo defiendo y apuesto por nuestro modelo”, aseguró el firmante del pacto.

O sea, el acuerdo, que era “lo mejor para España”, según proclamó el presidente en el Congreso de los Diputados, debemos entender que se circunscriba solamente a pactar -como siempre- los nombres de los miembros del órgano de gobierno de los jueces para cerrar de una vez los cinco años de incumplimiento constitucional y, sobre todo, de imposibilidad para nombrar a las vacantes del Tribunal Supremo, los Tribunales Superiores de Justicia y las Audiencias Provinciales.

Europa apretaba, el líder socialista tenía un problema, porque iba a aparecer en los papeles al mismo nivel que Hungría y Polonia, y lo ha resuelto. En La Moncloa defenderán la "versatilidad política" de su jefe, firme seguidor del pragmatismo. Sus socios reirán por dentro aunque por fuera griten por los peligros de la “Gran Coalición” y al Partido Popular, mientras, se le deja lleno de dudas al verse, nuevamente, engañado, aunque firmemente adherido a las razones de Estado. A.M.BEAUMONT