LA MIRILLA
La ley de censura de Sánchez aplaudida por periodistas
Pedro Sánchez quiere tener en este mes de julio la presentación de su paquete de “regeneración democrática”. Es la argamasa política que considera va a tapar las grietas que al “progresismo” se le han abierto por los compromisos electorales.
De hecho, va a aprovechar que la UE ha tomado medidas contra la desinformación (especialmente por parte de Rusia), para crear una legislación española que ate en corto a quienes el mandamás socialista llama “pseudomedios” y “máquina de fango”.
Hablemos en plata: el presidente quiere poder censurar a las cabeceras que publican noticias que se apartan de lo “políticamente correcto” que dicta La Moncloa. Sobre todo persigue callar a aquellas empresas que están sacando a la luz los tejemanejes de su esposa, Begoña Gómez, con los amigos que se hacen de oro con dinero público.
Naturalmente, cómplices no le van a faltar a Sánchez, incluso dentro de los propios medios. Poderoso caballero es don dinero. Solamente en 2023 la publicidad institucional del Gobierno superó los 200 millones. Demasiado chocolate para pasar desapercibido a los loros que vuelan deseosos siempre de prebendas oficiales.
Fíjense, por ejemplo, en el Grupo PRISA, que velozmente se ha ofrecido para “tejer complicidades” en el sector que propicien “los cambios regulatorios” que permitan que la publicidad llegue “a medios comprometidos con la sostenibilidad de la democracia”. ¡Viva las cadenas, si las fabricamos nosotros!
Si “el jefe” pide censurar a los periodistas y recortar la libertad de expresión será porque “algo habrán hecho, se lo merecen”. A PRISA le contemplan 800 millones de deuda. Eso es solvencia. No lo olvidemos. Cualquier señal monclovita llevaría al grupo al desastre con sus acreedores. Así que entre bomberos no nos pisamos la manguera. Todo por la pasta. A.M.BEAUMONT