Hasta la vista, amiga
Hay un momento en la vida en que los adioses se hacen más habituales que las bienvenidas. Es el inevitable y puñetero paso del tiempo que nos va dejando huérfanos de padres y de amigos.
Hoy los obituarios hablan de una mujer que aportó mucho y bueno a este país; de una pionera del feminismo bien entendido; de alguien que se mantuvo fiel a su manera de entender la política aunque eso le supusiera ser tachada de advenediza por quienes consideran que no hay cambio malo siempre y cuando les beneficie.
Si alguna vez he conocido a una persona íntegra, consecuente, leal e inmensamente culta, ésa fue Cristina Alberdi. No hablo de la que fuera primera mujer en formar parte del CGPJ, ni de la jurista, ni de la exministra, sino de la Cristina persona. De la que conocí hace ya un par de décadas gracias a una amiga común a la que nunca agradeceré bastante aquel primer encuentro; de la Cristina correcaminos capaz de dejar con la lengua fuera a cualquiera que saliera con ella a caminar por las llanuras de Orusco de Tajuña, por el urbanita parque del Retiro, por los alrededores del monasterio de El Escorial o por los montes de Vega de Pas; de la que apuntaba en su libretita todo lo que le llamaba la atención para estudiárselo después con calma; de la niña gamberra y cabezota que jugaba al escondite en el fondo de la mujer seria y honesta a la que era imposible no admirar.
Compartí con Cristina muchos cocidos caseros, muchas sobremesas de risas, muchas partidas de Trivial, muchas copas de cava, muchas celebraciones de cumpleaños y muchas conversaciones en las que siempre aprendí algo de ella, y sin embargo ahora me doy cuenta de que no fueron las suficientes. Las personas como ella siempre se van demasiado pronto dejando, como cantaba Alberto Cortez, un vacío que no lo puede llenar la llegada de otro amigo.
Hoy, mi marido y yo descorcharemos por ella una botella de ese Anna de Codorniú que tanto le gustaba y brindaremos porque tenga un buen viaje hacia las estrellas. Chin chin por ti, Cristina. Hasta la vista, amiga.