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Los árboles y el bosque

Marta Rovira, junto a Oriol Junqueras, en la frontera gerundense.

Marta Rovira, junto a Oriol Junqueras, en la frontera gerundense.Europa Press

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La política española está llena de árboles que va plantando el gobierno para que no veamos el bosque que va ocupando con la acción política. Lo triste es que hay partidos que quieren ver los árboles sin saber que lo importante es la profundidad y la oscuridad del bosque en que se va adentrando España.

El último árbol con el que Sánchez ha querido ocultar su verdadero problema de corrupción, es el reparto de menores no acompañados por las distintas comunidades autónomas.

Hay que partir de una realidad que Vox oculta y es que el Tribunal Supremo se ha pronunciado prohibiendo la expulsión de estos menores, por lo que el debate no es si deben ser expulsados los menores no acompañados, sino dónde deben ser atendidos, teniendo en cuenta que en Canarias, que no hay que olvidar que es parte de España, ya no tienen recursos para su cuidado.

Por lo tanto, existiendo un mandato del Tribunal Supremo, el mismo que está defendiendo nuestra Constitución contra los delincuentes golpistas, no puede entenderse que acatar la Justicia pueda suponer la ruptura de cinco gobiernos autonómicos. Así pues, si Vox defiende la acción del Supremo en materia de la amnistía, no puede exigir que se rechace a nuestro alto tribunal en materia de asistencia a los menores no acompañados; es una total falta de coherencia.

Pienso que la discusión no ha de ser si hay cupos o no, sino que el debate que hay que plantear es que se promulguen leyes que persigan la inmigración irregular y que se defiendan nuestras fronteras en colaboración con la Unión Europea.

Corrupción procedente del control de los fondos europeos

Ya en su momento los votos de Vox dieron a Sánchez el control total de los fondos europeos sin posibilidad de controlarlos, lo cual es el origen de muchos males que afectan a nuestra democracia y el origen de la corrupción socialista en esta nueva etapa de gobierno.

Pero mientras tanto, los ciudadanos estamos discutiendo sobre los temas que va lanzando la propaganda socialista, va pasando casi desapercibida la profundidad del bosque de la corrupción del entorno familiar y político del presidente del gobierno.

Así pues, la UCO ha señalado a tres diputados socialistas por la creación del puesto de trabajo del hermano de Pedro Sánchez. El Tribunal Constitucional sigue su camino de borrado de la corrupción de los ERES de Andalucía y la Fiscalía sigue llenando de minas el juzgado que investiga por tráfico de influencias a Begoña Gómez.

Estos tres hechos, junto a las andanzas de Koldo y Ábalos, deberían ser las que encabezaran las noticias y la discusión pública, pero de nuevo, Sánchez, con la colaboración de Vox, pretende que discutamos sobre los árboles y no sobre el bosque: por eso es tan importante y necesario que no caigamos en las trampas sanchistas y pongamos el foco en lo importante, y lo importante es luchar contra la corrupción del PSOE.

Inminente ley de mordaza de la prensa independiente

La polémica de la ruptura de los pactos de gobierno entre PP y Vox será también arrastrada por las terminales sanchistas, informativamente hablando, a lo largo de la semana próxima, ya que el día 17 hay prevista una comparecencia de Sánchez en el Congreso para anunciar la ley de mordaza de la prensa independiente. De nuevo los árboles ocultaran el bosque.

La actual situación política es muy preocupante, junto a la cloaca que supone la corrupción familiar y política socialista y la destrucción de las instituciones independientes, nos adentramos a la resurrección del golpismo catalán con la venida de Marta Rovira a España y la probable vuelta de Puigdemont en este verano.

Esto es lo verdaderamente preocupante y a lo que deberíamos prestar atención y no estar pendientes si un consejero de Vox decide quedarse en los gobiernos populares autonómicos o si 22 menores crean un cataclismo.

Estos debates estériles son los que le interesan al PSOE y a sus terminales periodísticas, y tal como está la situación, lo que le interesa a Sánchez y a sus palmeros no puede ser de lo que esté pendiente el ciudadano que quiere un cambio urgente en España. Sin duda, un árbol es importante, pero nunca nos debemos olvidar de lo profundos y oscuros que son algunos bosques.

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