LA MIRILLA
Los “expertos” secretos de Vox
Primero, el tenista Carlos Alcaraz. Luego, la selección española de fútbol. España ríe muy feliz este lunes tras un enorme domingo. Nuestros deportistas nos ilusionan, unen y nos hacen grandes. Además, son buena gente y se les nota. Los gritos de “Yo soy español, español” llenaron las plazas de niños, jóvenes, mayores y mayorcísimos vestidos de rojo y amarillo. El Rey Felipe, levantando la Eurocopa en Berlín nos representó a todos. Lástima que en Wimbledon no hubiese estado la Princesa Leonor.
Deportes
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Alberto Marrero
Mientras, la política sigue su curso crispado. Demasiado. La polarización parece haberse convertido en uno de los primeros axiomas del abecedario de la vida partidista. Y no hace falta para poner de relieve esto fijarnos en brutalidades como el intento de magnicidio de Donald Trump. Con echar un vistazo nuestro país, vemos una clase política que se aleja de una sociedad que vive su día a día muy mayoritariamente sin grietas ideológicas, cerradas por las ganas de respeto, pluralidad y convivencia.
A tal punto de dramatismo polémico público se llega, que repartir a 300 menores inmigrantes llegados a España, que no es otra cosa que cumplir con la Ley, ha llevado a un partido como Vox a romper los pactos autonómicos que mantenía con el PP en cinco regiones. Lo explican desde el interior del partido de Santiago Abascal a aquellos que deben dejar sus cargos como una decisión tomada por “gente de muy arriba, que sabe mucho”. Llamativo. ¿Quién será ese “comité de expertos”? Deberían contarlo para evitar que pensemos lo peor. Gracias a Dios a nuestros deportistas no les aconseja gente sobrenatural que siempre se equivoca, pero se lleva el bolsillo bien cargado.
A. M. BEAUMONT