EDITORIAL
La situación se complica para Begoña Gómez con la nueva exclusiva de ESdiario
El asunto de la Complutense puede ser el verdadero problema penal para Begoña Gómez, más incluso que sus relaciones con Globalia y Barrabés
En ESdiario desvelamos hace semanas que Begoña Gómez registró a su nombre una tecnología desarrollada por Indra para la cátedra que dirigía en la Universidad Complutense. Este jueves nuestro responsable de investigación, Francisco Mercado, da un paso más: el acuerdo de colaboración firmado entre Minsait, filial de Indra y la universidad establece la prohibición expresa de apropiarse de esa plataforma donada que costó entre 150.000 y 200.000 euros.
En concreto, el acuerdo reza que Minsait “seguirá siendo el titular de todos los derechos de propiedad intelectual sobre el material, la documentación, la tecnología, los productos y el know-how que ha desarrollado, creado y/o del que es propietaria de otra manera antes de la fecha de esta adenda, y nada de lo aquí contenido constituirá, supondráì el reconocimiento o implicará una transferencia o licencia con respecto a la misma”. Más claro, agua.
España
Indra y Complutense firmaron que Begoña Gómez no podía registrar la herramienta donada
Francisco Mercado
Este asunto de la Complutense puede ser el verdadero problema penal para Begoña Gómez, más incluso que sus relaciones con Globalia y Barrabés. Ambos, aunque no tienen un pase desde el punto de vista de la limpieza democrática, pueden acabar penalmente en nada porque resulta muy complicado probar en un tribunal de Justicia el tráfico de influencias.
En todo caso es falso que no haya nada y que estemos ante bulos. Algún socio de Sánchez, como el portavoz del PNV, Aitor Esteban, así se lo ha dicho a la cara en el Congreso: “le voy a ser muy sincero, a mí lo que me sorprende es que nadie diga que hay cosas simplemente que no se deben hacer, no porque las prohíba la ley, sino que no se deben hacer; que nadie hable de ética y estética en vez de ordenamiento jurídico", ha afirmado el nacionalista vasco.
Donde sí más probabilidades de que Justicia encuentre materia penal es en el caso de la Complutense. Las informaciones publicadas son demoledoras: el rector fue a Moncloa a petición de Begoña Gómez y le concedió la creación de una cátedra a una persona que no tenía ni experiencia en la materia ni siquiera un título universitario.
Después, según lo publicado y documentado, se quedaron en un cajón los informes de la propia Universidad que alertan de las contrataciones irregulares que se están haciendo desde la cátedra.
Y por último se permitió a la esposa de Sánchez, por desconocimiento o por desidia, registrar a su nombre el software donado por Indra a pesar de la prohibición expresa que figuraba en el acuerdo, que este jueves desvelamos en ESdiario.
Estamos ante un elemento sustancial. No sólo es reprochable moralmente que Begoña Gómez se quedara con esa plataforma creada por Indra para la Complutense sino que existía una prohibición expresa firmada por escrito. Es un salto cualitativo que puede complicar mucho el futuro penal de la esposa de Pedro Sánchez.