EDITORIAL
Sánchez, de derrota en derrota, pega la espantada en el Congreso
Está en el Gobierno, pero no gobierna. Esa es la realidad. No tiene capacidad de hacerlo y lo que consigue aprobar, normalmente es mediante pagos cada vez mayores y más escandalosos a los independentistas
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está literalmente acorralado. Pasa por su peor momento. A los casos de corrupción, familiares y de su Gobierno, que le cercan, se suma una debilidad parlamentaria que en el Pleno extraordinario de este martes en el Congreso quedó más patente que nunca. Y tanto es así que decidió no acudir a las votaciones, como estaba previsto y anunciado.
El PSOE y sus socios de Sumar sufrieron cuatro derrotas parlamentarias, dos de las cuales son de especial trascendencia: la reforma de la Ley de Extranjería y los objetivos de estabilidad, antesala de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2025. La legislatura comenzó fatal, con la compra de la investidura a un prófugo mediante la aprobación de la inconstitucional ley de amnistía, y sigue por esos derroteros.
Sánchez compró a Puigdemont su permanencia en el poder. Y así ha sido. Está en el Gobierno, pero no gobierna. Esa es la realidad. No tiene capacidad de hacerlo y lo que consigue aprobar, normalmente es mediante pagos cada vez mayores y más escandalosos a los independentistas. No es un chantaje, es el camino que voluntariamente ha escogido Pedro Sánchez y que sus socios, enemigos de España, aprovechan a la perfección.
El ególatra presidente no lleva nada bien las derrotas y tampoco se caracteriza por dar la cara en los momentos complicados. Y eso ha quedado patente en el Congreso, donde los suyos le esperaban para las votaciones, pero se han quedado con las ganas. Sánchez ha dado una espantada en toda regla. No quería estar en la foto de las derrotas parlamentarias. Disimula mal su contrariedad cuando las cosas cosas se tuercen.
Además, tras el pleno ha tenido que escuchar las críticas, por supuesto del PP que ve “insostenible” la situación, pero también de un socio como Podemos, con el que se lleva mal, pero al que necesita. Y no es la primera vez en los últimos días que los que le apoyan empiezan a marcar distancias. Si hace unos días Aitor Esteban, portavoz del PNV, le afeaba desde la tribuna el comportamiento de su esposa, Begoña Gómez, ahora ha sido la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, la que ha dejado claro que, a su juicio, esta legislatura está “enterrada”.
Pedro Sánchez tiene motivos para preocuparse, lo cual es motivo de alegría para España, que necesita como el comer el final de esta legislatura absurda y peligrosa, en la que Sánchez puede acabar cediendo hasta Constitución misma a los independentistas con tal de alargar su permanencia en el poder. Como decía el expresidente de EEUU, Ronald Reagan, cuando pierde tu vecino el trabajo estamos en recesión, cuando lo pierdes tú mismo es una crisis y cuando lo pierde el presidente comienza la recuperación. A ver si empieza pronto.