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El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, tras la toma de posesión de los consellers de su Govern. LORENA SOPENA - EUROPA PRESS

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Llamémoslo por su nombre: Pedro Sánchez ha comprado su permanencia en La Moncloa al igual que Salvador Illa la suya en la Casa de los Canónigos. Además, sus estancias públicas han sido abonadas con el dinero de todos. Junts y ERC han aceptado la pasta antes que sus principios. Así que nada hace pensar que las cosas no vayan a seguir igual. Uno da, los otros toman y los españoles pagamos. ¿Inaceptable? Es la política llevada a otros marcos mentales.

Al igual que ese monstruo que pintan monclovitas de la mano del independentismo para “quemar” Madrid. La culpa de todos los males del país, al parecer, la tenemos los madrileños. Son Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida quienes, con sus desafueros, exportan odio fuera de Madrid hacia los “capitalinos” que vamos a otros lugares de España. De verdad, esto de hacer “ingeniería social”, con argumentos barriobajeros, que sustente los pasos hacia la plurinacionalidad resulta insoportable. Además de peligroso.

No veo a la gente “odiadora” del madrileñismo por ningún lado, más allá de las mentes calenturientas de quienes desean implantar en la opinión que la culpa de las desdichas de las demás regiones la tiene una inventada superioridad que engordan Ayuso y Almeida. Políticas de tripas. Prender una mecha a sentimientos que no se sabe hasta donde pueden arder. En fin, estrategias sin escrúpulos.

A. M. BEAUMONT