Sánchez pierde todo el control: busca a la desesperada corrupción en Feijóo y Ayuso

¿Se acuerdan de la imagen icónica imagen de Pedro Sánchez con Mariano Rajoy tras haber ganado la moción de censura en 2018? El recién llegado a La Moncloa prometía regeneración democrática y acabar con la corrupción. Desde luego, huelga decir que la corrupción es siempre bochornosa. Venga del partido que venga, venga del espectro ideológico que venga. Pero ya nada queda ni de esa imagen ni tales promesas. La realidad en estos momentos, y esto no es una opinión, es que Pedro Sánchez y, por tanto, el presidente del Gobierno, está cercado a nivel político y a nivel familiar por la corrupción.

Tenemos un caso Koldo, que afecta a las más altas instancias tanto del Gobierno -presidido por Pedro Sánchez- como también del Partido Socialista. Se está investigando en estos momentos. Tenemos, por otra parte, el denominado a nivel mediático caso Begoña Gómez. Por primera vez en la historia democrática, la mujer del presidente del Gobierno -además en activo- está siendo investigada, lo que antes se conocía como imputada. Por otra parte, destaca también el caso del hermano de Pedro Sánchez,  que también está siendo investigado. Ciertamente, estamos en un Estado de derecho y de momento es presunta corrupción. Se verá en qué acaba, solo la justicia lo podrá determinar, pero la realidad es la que es. Guste más o menos en La Moncloa.

¿Y qué hace ante esto Pedro Sánchez? ¿Qué hace ante esto el presidente del Gobierno? La callada por respuesta. ¿Esto es regeneración democrática? Es decir, no dar explicaciones, no rendir cuentas ante la ciudadanía, ante la opinión pública, que es, por cierto, algo básico en cualquier democracia, en cualquier Estado desarrollado, en el que el presidente del Gobierno debe rendir cuentas ante la opinión pública, ¿es eso luchar contra la corrupción? Nada. Silencio absoluto, más que decir que todo es fango, fango, fango. También a nivel judicial: recordemos que Sánchez se negó en calidad de testigo a declarar recientemente ante el juez Peinado que se desplazó al Palacio de la Moncloa para tomarle declaración a nivel de testigo, cabe recordarlo, eso sí.

Desde luego esto no es regeneración democrática. ¿Y cuál es la estrategia, en estos momentos del Partido Socialista, y, por extensión, del Gobierno? Pues intentar buscar en el entorno familiar y político de Alberto Núñez Feijóo algo similar. Se intentó con el tema de Ayuso y su novio pero, a nivel mediático, no consiguieron eclipsar ni el caso Koldo ni  ni el caso Begoña Gómez. 

Es decir, se trata de la estrategia del "y tú más": ya no se trata de acabar con la corrupción, no se busca regenerar la democracia, sino intentar encontrar en el contrincante, en el adversario político, algo similar de corrupción para decir “tú también eres igual”. 

Nada queda de esa foto del año 2018. Pedro Sánchez y el PSOE venían a regenerar la democracia pero han acabado ejecutando el silencio contra la democracia.