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EDITORIAL

El PP desoye los cantos de sirena de Sánchez y mantiene un frente común

Foto de familia del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto a sus baronesEuropa Press

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La reunión del PP este viernes en Madrid acabó como debía acabar, con un acuerdo entre todos los presidentes regionales para no dejarse engatusar por Sánchez. No hay que aplaudirlo ni nadie merece una medalla porque realmente hicieron simplemente lo correcto cuando España más lo necesita, pero sí hay que reconocerles la capacidad de, liderados por Alberto Núñez Feijóo, hacer una ejercicio de reflexión, ver y comprender el momento, y actuar en consecuencia. 

Eso es lo que se espera de nuestros dirigentes políticos, que estén a la altura de las circunstancias. Y ahora mismo el momento de nuestro país es crítico. Si sale adelante el concierto económico con Cataluña habremos destruido definitivamente la la solidaridad entre españoles, la igualdad y el actual modelo de Estado que consagra nuestra Constitución. 

Así que era imprescindible que de ese cónclave salieran dos ideas fundamentales que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sintetizó en un mensaje en las redes sociales: “Los presidentes autonómicos del Partido Popular nos comprometemos a no negociar de manera bilateral la caja común de todos los españoles con Pedro Sánchez. Y exigimos la retirada de la financiación singular pactada con los independentistas: todos a una”. 

Si Pedro Sánchez cita o no a los presidentes uno a uno a reunirse con él en La Moncloa, si estos acuden o se niegan, es puro entretenimiento, cotilleo político, fuegos de artificio. Lo trascendental no es ir o no a reunirse con Sánchez sino para qué van a verse con él. 

La intención del presidente del Gobierno es clara, engatusar a cada líder autonómico del PP con una cesión a su comunidad, un caramelo sabroso al que resulte difícil negarse: Cercanías para uno, condonación de deuda para otro, fondos especiales para el de más allá. Aceptarlo implica que cada región haga la guerra por su cuenta, legitimando de alguna manera un trato diferencial a Cataluña. Se pasaría del café para todos a singularidad para todos, aunque Cataluña siempre saldría mejor parada que el resto porque es lo único que garantiza el respaldo de ERC a Sánchez. 

Este viernes parece que ese peligro quedó conjurado en la reunión de los ‘populares’. No van a aceptar ningún acuerdo bilateral de financiación de sus territorios por muy apetecible que sea el anzuelo que les muestre Sánchez y van a exigir la retirada del acuerdo con ERC para un concierto económico en Cataluña. Si además a ese carro se suman algunos ‘barones’ del PSOE, Sánchez quedará profundamente tocado.