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Sánchez, durante la reunión del Comité Federal del PSOECarlos Lujan

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Pedro Sánchez acaba de superar su enésimo Comité Federal, y como era de esperar, lo ha hecho con la tranquilidad de quien sabe que puede enfrentarse a cualquier tormenta política... aunque la tormenta incluya a barones levantiscos y compañeros de partido cada vez más inquietos. El líder socialista ha salido de la reunión prácticamente ileso, como si las críticas sobre la amnistía, el pacto fiscal o las concesiones a Puigdemont fueran apenas una brisa de verano.

Claro, oficialmente, se nos vendió el Comité Federal como una reunión "tranquila". Y lo ha sido si ignoramos los cuchicheos de fondo sobre las decisiones de Sánchez en Cataluña, o las miradas de "te lo dije" que ciertos barones socialistas han lanzado de reojo. No es que nadie se atreva a levantar la voz directamente, pero todos sabemos que la cosa está caliente. La amnistía y el concierto catalán siguen siendo el elefante en la sala y su afirmación de que seguirá gobernado "con o sin el apoyo del poder legislativo" ha hecho que a más de uno se le atragante el café, y aunque Sánchez asegura que todo esto es parte de su plan maestro para estabilizar España, hay muchos (de momento, mudos) dentro del partido que no están tan convencidos.

El presidente es un equilibrista nato. Nos ha acostumbrado a verle caminar por la cuerda floja sin pestañear, y este Comité no ha sido la excepción. Ha logrado salir con el aplauso de la mayoría del PSOE intacto, pero ¿cuánto durará ese apoyo? Mientras tanto, Emiliano García-Page y algunos otros siguen haciendo ruido, pero sin atreverse a dar el paso de una confrontación abierta, porque claro, ¿quién quiere ser el que desafíe a un presidente que ha sobrevivido a tantas crisis aunque lo que esté haciendo bajo mano es cambiar el modelo de la estructura del Estado?

Así que, con su típica sonrisa y alguna que otra frase conciliadora, Sánchez sigue adelante, confiando en que el congreso de noviembre será otro capítulo más de esta larga serie política en la que él, por supuesto, siempre es el protagonista. Eso sí, veremos si este guion lo sigue escribiendo él o si algún rebelde del PSOE se anima a cambiar la trama, cosa, por otra parte, muy poco probable.

En resumen, el Comité Federal ha sido en apariencia, una jornada tranquila de septiembre. Pero como bien sabemos, en la política según Sánchez, las aguas nunca están tan calmadas como parecen.