No reconocer a Edmundo González es reconocer a Maduro

El PSOE votará en contra de reconocer a Edmundo González como presidente electo de Venezuela, pero la Proposición No de Ley (PNL) presentada por el PP saldrá adelante con el apoyo de Vox, UPN, Coalición Canaria y el PNV, si es que los nacionalistas no cambian de posición en el último momento, que no son precisamente gente de fiar. La mayoría progresista no existe, es evidente. Solo fue un cúmulo de circunstancias, una coincidencia de intereses y el pago de desorbitadas cesiones, que poco tienen que ver con el bienestar de España, lo que hizo que Pedro Sánchez pudiera ser investido presidente. Pero esa es otra historia.

El caso es que el Congreso, por mayoría absoluta, va a instar al Gobierno de Pedro Sánchez a reconocer a Edmundo González como presidente electo tras ganar las elecciones celebradas el pasado 28 de julio en Venezuela. Y el Gobierno de Sánchez hará oídos sordos, despreciando así el mandato de los representantes del pueblo español. Ya dijo el líder socialista en su discurso ante el Comité Federal del PSOE que van a gobernar con o sin el apoyo del Congreso. Aquí está la demostración de que no era una forma de hablar.

La PNL quedará como un apoyo simbólico de la mayoría del Congreso a Edmundo González y al pueblo de Venezuela que está luchando por su libertad. Nada más que eso porque el narco-dictador Nicolás Maduro seguirá en el poder. Ahora si cabe con más fuerza porque no reconocer a Edmundo González como presidente electo es dejar tirado a los opositores y a los ciudadanos de ese país que se están dejando la piel y en algunos casos la libertad e incluso la vida.

Y lo que es peor, no reconocer a Edmundo González es reconocer al tirano como presidente de facto, perpetuar a Maduro. Como ha denunciado la diputada del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, Edmundo González ha tenido que dejar su país entre amenazas y chantajes del régimen, que deseaba a toda costa que se marchara. Estamos, señaló, ante una "operación" que ha sido "diseñada" por Maduro, "organizada" por Zapatero y "facilitada" por Sánchez.

El PSOE argumenta que el reconocimiento en el pasado de Juan Guaidó como presidente de Venezuela no sirvió para nada, no tuvo consecuencias prácticas. Una débil argumentación que ampararía no manifestarse nunca contra una injusticia si no se puede resolver mediante esa denuncia.

Los socialistas argumentan también que no conviene dar pasos por separado sin el consenso de toda la Unión Europea. Podría tener sentido si no fuera porque no es lo que hizo el Gobierno con el reconocimiento de Palestina, un asunto en el que fue por libre, sin contar con la UE.

El PSOE y el Gobierno no hacen esto por ayudar a la oposición venezolana, ni mucho menos. Convencidos por Zapatero, la mano que mece la cuna, han visto una oportunidad de vender bien ante la opinión pública esta operación como una supuesta acción humanitaria. Más allá de eso, el verdadero ganador de la jugada es el dictador Maduro y, no lo olvidemos, su amigo y colaborador José Luis Rodríguez Zapatero.