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EDITORIAL

Vox salva a Sánchez: no hay quién lo entienda

El partido de Abascal evitó ese trago a Pedro Sánchez, una derrota parlamentaria más que habría puesto de manifiesto la debilidad parlamentaria del PSOE que en ese mismo Pleno perdió otra votación clave

El líder de Vox, Santiago Abascal

El líder de Vox, Santiago AbascalEduardo Parra / Europa Press

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Vox evitó este miércoles una nueva derrota parlamentaria del PSOE con una moción presentada por el PP contra el concierto económico con Cataluña. Los de Abascal decidieron abstenerse cuando sus votos habrían servido para poner en aprietos a Pedro Sánchez. En concreto, dicha iniciativa instaba al Gobierno a rechazar las negociaciones bilaterales con las comunidades autónomas y a respetar la “multilateralidad y transparencia” durante el “proceso de estudio, trabajo y aprobación del nuevo sistema de financiación autonómica”.

Pero de manera sorprendente, Vox evitó ese trago a Pedro Sánchez, una derrota parlamentaria más que habría puesto de manifiesto la debilidad parlamentaria del PSOE que en ese mismo Pleno perdió otra votación clave, la que instaba al Gobierno a reconocer a Edmundo González como ganador de las elecciones y presidente electo de Venezuela.

Le va a resultar complicado a formación liderada por Santiago Abascal explicar este movimiento. Al menos le va a resultar muy difícil que la gente, incluidos sus votantes, entienda por qué ha librado a Sánchez de esa derrota comprometedora. Vox, como toda explicación, argumentó al adelantar cuál iba a ser el sentido de su voto que “el PP se ha negado a negociar la enmienda de Vox”. Eso es todo. Y no quedan demasiado bien. Si no se negocia su enmienda se abstienen.

No se entiende esa decisión, sobre todo con este partido que presume siempre de actuar por y para España. Es entendible que la moción del PP no les guste demasiado o que crean que con su enmienda mejoraba de manera sustancial. Lo que no se comprende es cómo pueden pensar que es mejor librar a Sánchez de una derrota que derrotarle con una moción que, aun siendo mejorable según su criterio, lo que pide al Gobierno es que renuncie a una negociación bilateral con Cataluña y, en consecuencia, a un concierto económico con esa comunidad.

Da la impresión de que Vox ha mirado más por su interés partidista que por el interés general. Porque la prioridad absoluta de esta formación y también del PP debe ser la de acabar con esta legislatura cuanto antes para echar a Pedro Sánchez de la Moncloa en unas nuevas elecciones generales. Cualquier cosa que desvíe el tiro es un error.

Así que cuando Sánchez está más débil que nunca, acosado por la corrupción, con grietas internas en el PSOE y una debilidad parlamentaria galopante, es un grave error darle un respiro, por pequeño que sea, evitándole una derrota parlamentaria que le habría debilitado un poco más. El PP y Vox deberían dejar de lado sus rencillas, legítimas pero inoportunas, para centrarse en el objetivo único de acabar con Sánchez y con el sanchismo. Vox se ha equivocado porque no puede explicar de forma ni medio convincente esa abstención que da aire al líder socialista.

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