Pedro Sánchez quiere controlar a la prensa crítica: un paso más en su deriva autoritaria

Sánchez anuncia que el Gobierno aprueba este martes su plan de acción por la democracia. Lo ha llamado así porque bautizarlo Plan para que no se informe sobre los chanchullos de Begoña quedaba demasiado mal… El caso es que su afán por controlar y atemorizar a los medios de comunicación críticos se va a plasmar en una norma en el Consejo de Ministros.

“Los ciudadanos tienen derecho a recibir Información veraz”, dice Pedro Sánchez, precisamente él, experto en mentir a los ciudadanos: no iba a haber amnistía, ni pacto con Bildu, ni con los independentistas, ni concierto económico con Cataluña… En fin, el zorro vigilando el gallinero.

No solo es que dé pánico que este presidente del Gobierno con tendencia totalitaria anuncie que quiere controlar a los medios porque España vive asesiada por la desinformación y los bulos… es que él controla la máquina del fango. Es más gracias a una exclusiva de El Confidencial nos hemos enterado dónde tiene enchufada la máquina Pedro Sánchez.

La noticia dice así: “Ferraz prepara en secreto una campaña contra jueces y periodistas para tapar el caso Begoña”. “Una fontanera de Ferraz lleva meses recopilando información sobre miembros del Poder Judicial y profesionales de la comunicación para poner en marcha una operación de propaganda que diluya los escándalos que afectan al Gobierno”, añade la información que firman José María Olmo y Agustín Marco.

Es decir, Sánchez prepara una campaña de desinformación e intoxicación para tratar de convencer a los ciudadanos de que hay un complot contra él, una campaña para destruirle personalmente, como dice su perrito faldero, Félix Bolaños. Quiere que creamos que la fachosfera, es decir jueces, políticos y periodistas de derechas, trabajan de manera conjunta para acabar con Sánchez inventando noticias e incluso procesos judiciales.

Sánchez contra la libertad de informar

Ese Sánchez que descalifica a jueces y periodistas quiere erigirse ahora en el paladín que garantice que los ciudadanos recibimos información veraz: un mal chiste. Lo mejor que puede hacer cualquier Gobierno, y este en especial dado sus antecedentes, es apartar sus zarpas de los medios de comunicación. Cuando un político dice que quiere proteger la libertad de expresión, esta empieza a estar amenazada. Si el político es alguien de la catadura de Sánchez no es que esté amenazada es que le va a intentar poner una mordaza.

Pues ánimo, presidente, porque aquí nos va a tener a los medios que no estamos dispuestos a pasar por el aro. En una democracia los límites a la libertad de expresión los marca la ley y el control de la prensa tiene que estar exclusivamente en manos de los tribunales de justicia, nunca en manos de un presidente del Gobierno y mucho menos en manos de un presidente como Pedro Sánchez, al que la democracia le estorba.