El plan contra los medios de Sánchez no verá la luz: hay que seguir hablando de su corrupción política y moral

Pedro Sánchez quiere que hablemos de lo que a él le da la gana. Ahora quiere que nos enredemos en su Plan de Acción para la Democracia. Creo que ha bautizado de esa manera tan cursi o una muy parecida a su Plan de Censura de medios. Porque a Pedro le estorban los medios de comunicación como le estorba la oposición y los jueces. Le estorba todo lo que no le deja hacer y deshacer a su antojo. Lleva un déspota dentro y cada vez nos lo enseña más.

Por eso creo que no merece mucho la pena hablar de su Plan. Por muy escandaloso que resulte lo cierto es que es muy complicado que salga adelante porque aunque Sánchez diga que va a gobernar con o sin el apoyo del Poder Legislativo lo cierto es que necesita que se lo apruebe el Congreso. Y eso parece complicado.

Así que mejor pasar página de momento con este asunto, no darle más pábulo, y centrarnos en lo importante, que es donde el tirano de Aliexpress que nos gobierna no quiere que nos centremos. Vamos a seguir hablando de su corrupción política, es decir de la inconstitucional amnistía con la que compró su investidura y del inconstitucional concierto económico con Cataluña con el que ha comprado la investidura de Salvador Illa.

Vamos a seguir hablando de las presuntas corruptelas de su esposa, Begoña Gómez, investigada por el juez Peinado. Y del hermanísimo al que investiga otro juzgado por presuntamente cobrar sin ir a trabajar y cotizar fuera de España fingiendo un domicilio portugués donde no residía. El hermano que esconde el apellido Sánchez, David Azagra. Normal que lo esconda, por cierto.

Vamos a seguir hablando también de sus continuas intromisiones en las instituciones independientes, de cómo ha colonizado la fiscalía general del Estado, cómo pone a su servicio particular la abogacía del Estado, cómo ha configurado el Tribunal Constitucional más politizado de la historia, como ha puesto a políticos afines, muchos de ellos militantes del PSOE, al frente del Banco de España, del CIS, de Correos…

Vamos a seguir denunciando esta forma de gobernar basada en el odio, en los muros, en la división, en enfrentar a media España contra la otra media. Sánchez es un cáncer para la democracia. Su único servicio de valor sería dimitir y convocar elecciones, pero eso no lo va a hacer. Mientras esté en el poder vamos a tratar de hacerle la vida imposible a un gobernante así de nefasto. Eso por descontado.