El sectarismo de Maná

Vaya por delante que nunca me ha gustado la música de Maná; es más, me aburre hasta el bostezo, lo que no quita que sus integrantes sean unos buenos músicos si así lo corroboran quienes saben del tema. Mi crítica no tiene, por lo tanto que ver con mis gustos personales, que no pretendo que nadie comparta, ni con su calidad artística. Ni siquiera con su decisión de retirar de todas las plataformas la canción 'De pies a cabeza' que grabaron hace ocho años con el reggaetonero Nicky Jam. 

Todo el mundo es muy libre de hacer con su capa el sayo que le dé la gana. Lo que me parece infumable es que lo hagan por el apoyo de Jam a Donald Trump y que lo proclamen a los cuatro vientos demostrando una intolerancia que los retrata y que contribuye a esa demonización ideológica que, por desgracia, se está convirtiendo en habitual.

En cualquier proceso electoral como Dios manda hay candidatos que te gustan más, que te gustan menos o que incluso no te gustan nada en absoluto, y para eso están las urnas que son el elemento clave de la Democracia. 

Que ahora estos señores, que ni siquiera son americanos, se descuelguen con la patochada de vetar a una canción que grabaron con un colega de profesión hace casi una década, y que encima lo hagan invistiéndose de una clara superioridad moral, pasándose por el forro el respeto a las ideas políticas de los demás que es lo que debería hacer cualquier persona de bien, los convierte, además de en mortalmente aburridos que eso ya les venía de serie, en unos sectarios de tomo y lomo.