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EDITORIAL

Begoña Gómez y Puigdemont conectados en la estrategia de Pedro Sánchez

Tenemos a Sánchez más débil y acorralado que nunca, pero eso le vuelve aún más peligroso

Pedro Sanchez, en julio de 2022.GTRES

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La Audiencia Provincial de Madrid ha dado un espaldarazo al juez Peinado al ampliar el objeto de su investigación contra Begoña Gómez. Ahora podrá encargarse también de indagar sobre la presunta apropiación por parte de la esposa de Pedro Sánchez de un software creado y donado por Indra a la Universidad Complutense.

La decisión de la Audiencia Provincial supone además una derrota en toda regla de la Fiscalía, que pedía apartar a Peinado de esta investigación sobre el software. Y ya sabemos que en el actual contexto que vivimos, una derrota de la Fiscalía es una derrota de Pedro Sánchez. Además, liquida de un plumazo el discurso de los socialistas acusando al juez de actuar con animadversión contra el presidente del Gobierno. Ya no es sólo un juez, es también la Audiencia Provincial que de alguna manera viene a ‘validar’ su trabajo.

Así que, si Peinado lo considera oportuno, podría imputar a la esposa del presidente nuevos delitos, además de los de corrupción y tráfico de influencias que ya investiga.

Tenemos a Sánchez más débil y acorralado que nunca, pero eso le vuelve aún más peligroso. Su afán de poder no tiene límites y ahora necesita comprar tiempo para, desde el poder, tratar de manejar la situación judicial. De hecho eso es lo que lleva intentando hacer desde hace semanas utilizando a la Fiscalía, a la Abogacía del Estado, al Consejo de Ministros y al PSOE en una campaña orquestada de descrédito al juez Peinado. No hay más que ver las querellas inverosímiles contra él o las declaraciones del ministro de Justicia acusándole de algo muy parecido a la prevaricación.

Pedro Sánchez necesita tiempo y eso lo puede lograr recuperando el apoyo perdido de Puigdemont en el Congreso. De ahí que el PSOE haya retirado la senda de estabilidad, primer paso para tener Presupuestos, que se iba a votar este jueves. Aseguran en el Ejecutivo que ven posibilidades de alcanzar nuevos acuerdos con el prófugo y que están negociando con él en todos los frentes. ¡Para echarse a temblar!

Es difícil imaginar qué más puede ofrecer Pedro Sánchez al prófugo. Quizás un referéndum de independencia. Poco más hay de ese calibre. En todo caso, Sánchez débil y necesitado es presa fácil de Puigemont. El problema es que las cesiones del líder socialista ante los separatistas suelen ser un drama para el resto de los españoles.