EDITORIAL
El juez Peinado no se achanta ante Pedro Sanchez
El magistrado no se achanta ante el poder Ejecutivo y su juego sucio. Y eso es una gran noticia para el Estado de Derecho, para la democracia, en definitiva
El juez Juan Carlos Peinado ha dado un paso para ampliar su investigación contra Begoña Gómez en lo relativo a la presunta apropiación indebida del software de la Universidad Complutense. La Audiencia Provincial de Madrid le habilitó a tal efecto en una resolución de hace unos días en la que entendía que toda la investigación sobre la esposa del presidente puede tener puntos de conexión y por lo tanto debe recaer sobre el mismo juzgado.
En concreto, el juez Peinado le ha preguntado al juzgado de Instrucción número 48 si es firme la inhibición del caso del software o si ha presentado recurso ante la decisión de la Audiencia Provincial. Es un claro indicio de que Peinado efectivamente quiere ampliar el caso Begoña y hacerse cargo de este asunto que podría ser el más grave de los que se le imputan, más aún que el tráfico de influencias y la corrupción en los negocios.
Es un asunto que se complica según pasan los días. A la vez que hemos conocido este movimiento del juez, uno de los denunciantes, Hazte Oír, ha puesto en conocimiento del juzgado un hecho como mínimo inquietante: se ha suprimido, inhabilitado o borrado la web de la empresa de Begoña Gómez que aloja el software de la discordia.
Más allá de las posibles implicaciones legales que pudiera tener este hecho, si es que las tiene, evidencia que cuanto más avanza en el tiempo el caso Begoña más se enreda todo, más turbio parece y más explicaciones se deben a los ciudadanos.
Porque hasta ahora nadie ha dado una explicación. El Gobierno se ha dedicado a negarlo todo, aludiendo a un supuesto complot político, mediático y judicial para “destruir” a Pedro Sánchez. Esa estrategia incluye ataques inéditos al juez Peinado desde el Gobierno, utilizando para ello además a la prensa afín y diferentes instituciones como la fiscalía y la Abogacía del Estado.
Por eso precisamente es tan importante la decisión que está mostrando el juez Peinado. No se achanta ante el poder Ejecutivo y su juego sucio. Y eso es una gran noticia para el Estado de Derecho, para la democracia, en definitiva. Por mucho que Sánchez intenta impedir la investigación, un juez raso, un instructor de Plaza de Castilla, demuestra que el Gobierno no debe y sobre todo no puede interferir en la Justicia. Sólo cabe esperar y desear que la próxima semana la Audiencia Provincial de Madrid avale la investigación de Peinado y le dé vía libre para hacer lo que tiene que hacer: impartir justicia más allá de que el investigado sea un ciudadano anónimo sin recursos o la esposa del todopoderoso presidente del Gobierno.