Sánchez, retratado por The Economist: un misil a la línea de flotación

Boom” una bomba dirigida ha caído sobre el ego de Pedro Sánchez y aún resuena en La Moncloa. Es esta portada de la prestigiosa revista The Economist. “Pedro Sánchez se aferra al cargo a costa de la democracia española”.

‘Boom’. El poder de este titular es que da en el clavo, acierta de lleno. Sánchez no tiene límites y cede una amnistía inconstitucional para comprar su investidura, pervierte las instituciones poniéndolas a su servicio y pacta con los enemigos de España.

Dirán ustedes que no es nuevo, que eso es algo que le dicen casi a diario tanto la oposición como algunos, pocos, medios críticos con el Gobierno, como este. Y tienen razón, pero la particularidad de este titular es que viene de fuera, supone airear las vergüenzas de Sánchez ante Europa y ante el mundo. Y al Gobierno le resulta difícil meter a un medio como The Economist en el saco de los pseudomedios fabricantes de bulos.

Así que este artículo causa un doble perjuicio al Pedro Sánchez. Por un lado destruye su imagen internacional, algo que le duele en su ego porque lleva seis años cultivándola comparándose incluso con una especie de Kennedy a la europea. Nada más lejos de la realidad, pero ahora queda patente de forma palmaria ante los ojos de toda Europa: “Pedro Sánchez se aferra al cargo a costa de la democracia española”, es un titular demoledor.

A ese perjuicio internacional hay que sumarle otro, el perjuicio que esta bomba produce a su estrategia de presentarse como víctima de un complot nacional de la derecha y la extrema derecha. Ahora resulta que, de existir, sería un complot internacional contra él. Demencial, aunque no descarten que la máquina del fango, que está instalada y enchufada en Ferraz, empiece a contarnos que efectivamente Occidente está contra Sánchez.