Sánchez pisotea otra línea roja: pacta con Bildu liberar a Txapote

Si la ley del solo sí es sí dejó en libertad a muchos violadores y a centenares más les redujo la condena, ahora Pedro Sánchez se ha propuesto que pase lo mismo con los presos de ETA. Lo que sea con tal de conservar el poder.

Y es que la banda terrorista y Bildu están de enhorabuena gracias al Gobierno y al PSOE. ¿Qué ha pasado? Pues que el Congreso ha aprobado por unanimidad una reforma legal que incluye de tapadillo la rebaja de penas a terroristas de ETA de las que se van a beneficiar entre otros el sanguinario Txapote.

En concreto se trata de una modificación de la ley orgánica 7/2014, sobre intercambio de información de antecedentes penales entre países de la UE. El problema es que lleva de tapadillo una exigencia de Bildu con la que Sánchez traga: que los años de cárcel cumplidos en Francia se resten de las condenas en España. El PSOE lo coló de rondón, como el que no quiere la cosa. El PP, Vox y UPN no se percataron y también votaron a favor el pasado 18 de septiembre. Probablemente su voto en contra no habría cambiado nada, pero en todo caso parece mentira que se fíen siquiera mínimamente de Sánchez, un individuo capaz de mentir y engañar a quien sea y como sea en su propio beneficio.

El escándalo es monumental: la ley del PSOE y Bildu va a favorecer a 41 presos de ETA con una reducción de penas que suman 400 años de cárcel, según los cálculos que ha hecho la AVT. En el caso de Txapote, el asesino de Miguel Ángel Blanco entre otros, cuando la ley se aplique se le restarán 6 años de prisión, los que cumplió en Francia, y podrá salir a la calle. Y así con otros que van a salir de inmediato. Es cuestión de meses.

¿Se acuerdan del polémico “Sánchez, que te vote Txapote ”? Pues parece que al final de la película Txapote va a terminar votando a Pedro Sánchez en agradecimiento a los servicios prestados. Aunque la capacidad de este Gobierno para sorpréndenos y escandalizarlos parecía agotada, lo cierto es que lo logran una y otra vez. No debemos subestimar la capacidad de Sánchez para el mal.