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EDITORIAL

Pilar Alegría, sinónimo de mentira: la portavoz que no conoce la vergüenza

Ser portavoz de Pedro Sánchez es complicado. Implica estar dispuesto a defender lo indefendible, a decir hoy una cosa y mañana la contraria con el mismo entusiasmo y, lo que es peor, a mentir

La ministra Portavoz y de Educación y Deporte, Pilar AlegríaJesus Hellin/STUDIO MEDIA 19

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Ser portavoz de Pedro Sánchez es complicado, no cabe duda. Implica estar dispuesto a defender lo indefendible, a decir hoy una cosa y mañana la contraria con el mismo entusiasmo y, lo que es peor, a mentir. Pilar Alegría, la portavoz del Gobierno, es capaz de hacer esas tres cosas a la vez con maestría.

Este martes fue capaz de hacer las tres cosas a la vez y demostró un desparpajo aterrador en el arte de mentir con descaro, sin inmutarse ni sonrojarse. Este martes tiró para siempre su dignidad por el desagüe de la Moncloa. Es imposible tenerle respeto a partir de este instante, por la sencilla razón de que ella se lo ha perdido a la verdad y, en consecuencia, a los ciudadanos a los que se dirige.

El show de Pilar Alegría comenzó defendiendo a una ciudadana particular, como es Begoña Gómez, desde la sala de prensa de la Moncloa. No es su trabajo, no le pagamos para eso. Pero es que además mintió prácticamente cada vez que abrió la boca, de forma descarada y vergonzosa después de decir que iba a contar “la verdad” a los españoles.

De entre el rosario de mentiras con el que nos obsequió destaca sin duda una: la afirmación de que la Audiencia Provincial de Madrid, que estudió el lunes el archivo de la investigación del juez Peinado contra Begoña Gómez, da la razón en lo sustancial al Gobierno, reconoce que existe una instrucción “prospectiva, genérica e imprecisa” y avala los informes de la UCO donde se dice, según ella, que “no hay ninguna irregularidad” en la actividad de la esposa del presidente. Todo ello con una guinda: “Con esta resolución se aproxima el archivo de esta causa”. Solo le faltó decir que a las 12 del mediodía es de noche. Y todo eso dicho con aplomo, sin titubeos, con convencimiento y sin aparentar el más mínimo remordimiento

La realidad es exactamente la contraria, todos lo sabemos, pero eso da igual. Después de esas mentiras tan palmarias pronunció otras cuantas más sobre la reforma legal que va a excarcelar a terroristas de ETA o va a suponer una notable reducción de sus penas. Que si era una inevitable transposición de una directiva europea, que si la ley cuenta con el aval del Consejo de Estado. Todo falso. Todo.

Pedro Sánchez ha hecho de la mentira su forma de gobernar, es la marca de la casa. La verdad no importa y mentir ya no se censura, no tiene castigo ni reproche. Sánchez es una mentira ambulante y exige ese mismo comportamiento a los que le rodean. El problema es que esas personas, como Pilar Alegría, dilapidan su dignidad, su credibilidad y su futuro, porque la historia les juzgará con dureza, como lo que son, cómplices y cooperadores de las tropelías de este Gobierno.