Sánchez nada entre corrupción: Koldo y Begoña suben de intensidad

Hemos conocido nuevas y escalofriantes revelaciones del caso Koldo que sitúan la corrupción en el corazón del Gobierno: la Guardia Civil, relata el diario El Mundo, blindó a la trama con móviles encriptados, chivatazos y barridos de seguridad.

La mancha de Koldo se extiende, del Ministerio de Transportes dirigido por Ábalos, donde operaba a sus anchas, hasta el Ministerio de Interior de Marlaska donde encontró protección por parte de agentes a sueldo de la trama. Todo eso lo desvela un informe de la UCO que ya tiene el juez y que, ojo, señala a Víctor de Aldama, el empresario expresidente del Zamora, como nexo de unión entre el Gobierno y la red delictiva.

Esto último es de gran importancia porque Aldama aparece en todas partes, es el perejil de todas las salsas. Estuvo en Barajas aquella noche de las maletas en la que Ábalos y Koldo fueron a ver a la vicepresidenta de Venezuela con nocturnidad y cierta clandestinidad. ¿Qué hacía allí Víctor de Aldama? No nos lo han explicado.

Este señor también aparece en reuniones que mantuvo Begoña Gómez con los directivos de Globalia poco antes del rescate de Air Europa. Es cierto que eso es lo único que la Audiencia Provincial ha dejado fuera de la investigación del juez Peinado contra la esposa del presidente, al menos hasta que aparezcan nuevas pruebas. El resto del caso, incluida la presunta apropiación indebida del software de la Complutense y sus relaciones con Barrabés y otras empresas siguen en manos del juez que ha recibido un espaldarazo a su investigación.

En definitiva, Sánchez nada entre casos de corrupción. Y es como mínimo una paradoja que él mismo llegara a La Moncloa con una moción de censura justificada en la corrupción del PP por un caso muy anterior al Gobierno de Rajoy. Ahora, aplicando ese baremo, con la corrupción del caso Koldo en el corazón de su Ejecutivo y la del caso Begoña instalada en su propio dormitorio, qué debería hacer Sánchez. La respuesta es clara: marcharse a su casa. Está tardando.