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EDITORIAL

La corrupción de Sánchez no es nueva: está en el poder gracias a ella

Esos mismos que aplaudían a Ábalos reniegan de él hoy, tratando de convertirle en un cortafuegos para que el incendio no alcance al jefe, el “número 1”, el ‘capo’.

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En febrero de 2020, un mes después de su visita a Delcy Rodríguez en Barajas, el entonces ministro José Luis Ábalos respondía al PP en la sesión de control al Gobierno sobre aquel encuentro clandestino de la ‘noche de las maletas’ sobre la que había dado ya varias versiones diferentes y contradictorias. En un momento dado, entre insultos a la oposición, la bancada del PP comenzó a corear “dimisión, dimisión”. La reacción de la izquierda, el PSOE y sus socios, y de los miembros del Gobierno presentes, fue una ovación en pie al ministro de Transporte que duró cerca de un minuto.

Hoy, a la luz de los hechos, aquellos aplausos resuenan como bofetones sobre el prestigio político de los sectarios palmeros incapaces de reconocer la corrupción que tenían ante sus ojos. Esos mismos que aplaudían a Ábalos reniegan de él hoy, tratando de convertirle en un cortafuegos para que el incendio no alcance al jefe, el “número 1”, el ‘capo’.

Sin embargo, la corrupción tiene un nombre: Pedro Sánchez. No sólo por su posible implicación en esta trama que anidaba en el Ministerio de Transporte, que es algo que determinarán los tribunales, sino por su corrupción política y la moral sobre la que ha construido esta legislatura: compró su investidura al prófugo Carles Puigdemont, siete votos a cambio de la amnistía. Y compró la investidura de Salvador Illa a cambio de la promesa de un concierto económico a Cataluña. Por si fuera poco, acaba de comprar a Bildu su apoyo con una reforma legal que excarcela o reduce la condena a más de 40 terroristas de ETA.

Es indecente y vergonzoso, mucho más que las presuntas corruptelas que le rodean, las de su esposa, su hermano y su partido. La degradación política e institucional a la que ha sometido a España es lo más urgente, sin duda, aunque quizás lo que le haga caer sea la corrupción económica. En cualquier caso es urgente que dimita y dé voz a los ciudadanos.