Imputación judicial a Sánchez

Desde La Moncloa comienzan a salir señales del pesimismo que se vive dentro. Los fieles de Pedro Sánchez ven cómo algunos notables, hasta ahora incondicionales del presidente, empiezan a recular. Las dudas crecen. El goteo de noticias cada día sobre la corrupción del PSOE (Koldo, Ábalos, Begoña) está haciendo mucho daño. La moral cada vez está más baja. 

Además, por si faltara algo, los mensajes que llegan al complejo Presidencial, vía Ministerio del Interior, son demoledores. En semanas se esperan nuevos informes de la UCO de la Guardia Civil que van a cercar más todavía al mandamás socialista. Así que el Congreso del partido en Sevilla, previsto a caballo entre noviembre y diciembre, puede tener sabor a orquesta del Titanic tocando mientras el barco se hunde.

La resistencia de Sánchez comienza a ser memes. Son legión los que en sus siglas observan que un presidente del Gobierno no puede vivir pendiente de la situación penal de los suyos, olvidando las tareas esenciales de su cargo. Todo se agrava asimismo cuando las marcas llevan a la cúspide y, no descartan, que nuevas noticias policiales puedan acabar sentando en el banquillo de los acusados al '1'. Con Pedro Sánchez todo lo que pasa es la primera vez. Pero algo así, es insuperable hasta para él.

A.M.BEAUMONT