EDITORIAL
Sánchez, la DANA y la tajada política
La izquierda no ha tardado ni cinco minutos en sacar conclusiones de lo ocurrido: el culpable es el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón. Juicio sumarísimo.
Todavía se están rescatando y recontando cadáveres y aún hay decenas de desaparecidos, pero ya ha empezado a prenderse la mecha de lo que en unos días va a ser una batalla política sin cuartel a costa de la DANA y sus efectos devastadores.
La izquierda no ha tardado ni cinco minutos en sacar conclusiones de lo ocurrido: el culpable es el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón. Juicio sumarísimo. Primero porque suprimió la Unidad Valenciana de Emergencias (UVE) creada por el anterior Gobierno socialista de Ximo Puig. La realidad es que suprimió algo que en la práctica no existía y que contó siempre con el rechazo frontal de la Plataforma de Bomberos, formada por todos los sindicatos con representación en los diferentes Cuerpos de Bomberos de Castellón, Valencia y Alicante y la plataforma nacional Coordinadora Unitaria de Bomberos Profesionales (CUBP). Todos ellos la consideraban un “chiringuito” y un “capricho” innecesario que iba a generar más gasto y descoordinación.
Además se acusa a Carlos Mazón de haber alertado tarde a la población y de haber actuado también tarde. Una acusación arriesgada que se puede volver en contra del Gobierno de Sánchez. No fue hasta pasadas las 10:30 de la noche del martes cuando Moncloa informó de la formación de un comité de crisis. A esa hora ya nada tenía remedio. Además, algún ministro, bien el de Transporte o el de Interior, deberían explicar también por qué no cortaron el tráfico en la A3 y en la A7, permitiendo así que decenas de conductores fueran derechos a las fauces de la DANA, poniendo en peligro sus vidas.
Sánchez cuenta con no dar explicaciones de sus responsabilidades en la gestión de la DANA, pero sí en exigírselas a otros. Ya lo está haciendo a través de sus terminales mediáticas de la sanchosfera. De hecho le interesa poner el foco ahí para desviar la atención de otros asuntos, varios, que le acechan: el caso Begoña y el caso Ábalos, el escándalo Errejón y el registro por la Guardia Civil del despacho fiscal general del Estado.
Todo eso, sumado a la proverbial falta de escrúpulos de nuestro presidente del Gobierno va a hacer que desde la Moncloa se dé la orden a ministros y dirigentes del PSOE de repetir una determinada consigna, la que sea, contra el PP. Estamos hartos de verlo. Veremos si hay unos días de tregua política mientras los cadáveres de los fallecidos están aún calientes o, si por el contrario, Pedro Sánchez comienza a descargar todo su fuego de inmediato.