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El pleno de la infamia: "Los diputados no están para limpiar barro"

Mientras se iban conociendo las terribles noticias que llegaban desde Valencia, en el Congreso había mucho dinero que repartir y muchos peajes que pagar: Mikimoto y diez consejeros más para RTVE

La presidenta del Congreso, Francina ArmengolEuropa Press

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El miércoles pasado se vivió en el Congreso de los Diputados uno de los días más negros de los últimos años. En esa jornada se hizo patente el grado de insensibilidad a la que está llegando el gobierno socialistas-comunistas en colaboración de los grupos soberanistas.

Comenzó la sesión de control al Gobierno a las 9 de la mañana con una sensación desoladora que se notaba en los escaños del hemiciclo, no había ganas de entrar en el debate que, en una situación normal, llevaría a una confrontación entre Gobierno y oposición. La mayoría de los diputados estaban pendientes de las noticias devastadoras de la tremenda catástrofe que ya se estaba viendo que asolaba especialmente la provincia de Valencia, pero que también afectaba a Albacete, Cuenca, Málaga entre otras. Los muertos comenzaban a contarse por decenas, lo cual era estremecedor.

Sobre las 9:30 de la mañana el pleno se paralizó a petición del portavoz del Partido Popular y se reunió la junta de portavoces para decidir si se suspendía de forma definitiva, el ánimo de los portavoces era que debería de terminarse y convocar otro día, pero el Gobierno presionó a sus socios para que se mantuviera el debate sobre el decretazo que permitirá al PSOE controlar RTVE. Ante la presión del Gobierno, la siempre sumisa presidenta del Congreso Francina Armengol aceptó e hizo efectiva la cacicada, no obstante la portavoz de Junts, Miriam Noguera, llegó a afirmar que los ciudadanos no lo iban a entender que se repartieran la televisión pública mientras iba aumentando el número de muertos por la terrible DANA, y representantes del Gobierno le contestaron que los diputados "no tenían que limpiar barro".

Pero el pleno se reanudó con la ausencia de los diputados de la oposición. Sin ningún tipo de rubor el Gobierno-Sumar-Pnv-ERC-Podemos-Junts y demás socios, se repartieron once nombres.

Lo más indignante fue que para la defensa del reparto de la televisión pública, subió a la tribuna un diputado socialista valenciano que llegó a decir que las "derechas se aprovechan de la más mínima desgracia para desviar la cuestión", con el aplauso de los diputados de la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha del PSOE, entre las que se encuentran dos exalcaldesas socialistas, las de Quart y Algemesí, poblaciones que han sufrido graves consecuencias por las tremendas lluvias del martes y miércoles pasados. Por lo visto era más urgente repartirse el botín que solidarizarse con las víctimas.

Sin duda la magnitud del reparto se evidencia con los nombramientos efectuados siendo el más simbólico el de Mikimoto, periodista de TV-3 que se ha caracterizado en hacer bandera del odio hacia España en los programas que intervenía, e incluso se indignaba cuando en la televisión catalana se hablaba español. Sin duda el sueldo que se han puesto de 100.000€ al año hasta 2030 le habrá convencido para hablar en español durante las reuniones del consejo de TVE.

Pero el resto de la lista de nombrados es absolutamente escandalosa porque reúne a la jefa de prensa de Bolaños, a una periodista que trabajó con Zapatero, a otra que fue concejal del PSOE en Sevilla, a una diputada del Parlamento de Cataluña ligada a Ada Colau, y al jefe de comunicación de ERC con Junqueras, entre otros. Todos ellos con el sueldo mileurista que se aprobó, derogando los 700€ mensuales que hasta ahora cobraban los directivos de la televisión pública.

Evidentemente era importante realizar este pleno de la infamia porque había mucho dinero que repartir y muchos peajes que pagar, aunque los muertos iban aumentando en cada momento. Pero a continuación empezaron las prisas y los diputados socialistas y de Sumar procedieron a desconvocar todo el resto de actividades de la cámara para el resto del miércoles y el jueves siguiente, en un acción de pura hipocresía.

La oposición no quiso entrar en el pleno por dignidad y la coalición gubernamental solo salió del Congreso hasta que nombró a once personas a 100.000€ al año cometiendo un gesto de gran indignidad con los ciudadanos que estaban sufriendo muerte y destrucción. Pero una vez que salieron del Congreso los diputados socialistas y de Sumar empezaron a indignarse en redes sociales con lo que estaba ocurriendo en las zonas inundadas, olvidando pronto los discursos que se dijeron durante esta hora infame: "las derechas se indignan por cualquier cosa" y "los diputados no están para limpiar barro", frases que siempre se les recordarán porque han preferido dar 100.000€ a 11 Mikimotos que estar con los que estaban sufriendo.