El inmoral Sánchez chantajea a los españoles

Inmoralidad. Esa es la palabra. Nunca creí que un dirigente político pudiese llegar a tanto. Lo de Pedro Sánchez, chantajeando con la DANA para poder seguir con la legislatura, es el colmo. Es como si al presidente del Gobierno su paso por La Moncloa le hubiera trastornado tanto su personalidad hasta convertirlo en un ser que ya no logra empatizar ni con ese inmenso dolor que estamos viendo en Valencia. ¿Un mandatario puede llegar a ese grado de frialdad? Puede. Sánchez, el hombre de hielo, lo ha vuelto a demostrar.

El plan Sánchez es utilizar la desgracia para sus cambalaches. Lo hizo con la pandemia. Para él cualquier crisis es una oportunidad, pero no para ayudar a superarla a la gente y que salga más fuerte. No. Para él mismo. Para que Sánchez obtenga alguna ventaja política. A tal punto llega su carácter en el que el tacticismo impera sobre todo lo demás. Da miedo, de verdad. Empiezo a entender a aquellos que analizan a nuestro presidente desde el punto de vista psiquiátrico. Quien ha hecho todo a través de Decreto, ahora, por su particular interés político, fía las ayudas a los valencianos que lo han perdido todo a que se acepte sacar los Presupuestos. Inmoral, repito y lo seguiré diciendo: inmoral.

A. M. BEAUMONT