Sánchez en evidencia: el detenido por los disturbios de Paiporta ni es ultra ni pegó al presidente

La realidad se impone al relato forzado y vergonzoso del Gobierno. El detenido por los disturbios de Paiporta es español, no tiene antecedentes ni está vinculado a ningún grupo de extrema derecha. El pasado fin de semana, los Reyes, el presidente del Gobierno y el de la Comunidad Valenciana sufrieron la ira del pueblo en Paiporta. Don Felipe, Doña Letizia y Carlos Mazón mantuvieron el tipo, aguantaron el barro y los insultos y acabaron dialogando con esos vecinos indignados y doloridos; Pedro Sánchez se marchó en su coche oficial. Esa es la realidad. Una comparación de la que el presidente sale muy mal parado. Por eso Moncloa puso en funcionamiento muy rápido su máquina del fango, para intentar un bulo: Sánchez se ha tenido que marchar porque ha recibido un palazo. Y además, ojo, ha sido una encerrona de grupos de extrema derecha "perfectamente organizados".

"Yo estoy bien", decía Pedro Sánchez. Evidentemente que está bien. Nadie llegó a agredirle y tampoco había grupos ultra perfectamente organizados. Había vecinos y ciudadanos que no están bien, que han perdido a seres queridos y en muchos casos han perdido todo lo material que tenía. Sánchez sigue mintiendo, es su seña de identidad, pero esta vez lo ha hecho jugando con los sentimientos de mucha gente. Al final va a ser verdad eso de que Valencia será la tumba del sanchismo.