El 'caso Ábalos' acorrala a Sánchez: no puede eludir más su responsabilidad

José Luis Ábalos imputado. El hombre de confianza de Pedro Sánchez, su ministro de Transporte, su mano derecha y el que de facto mandaba en el PSOE durante muchos años, imputado por corrupción. Es un bombazo, un misil a la línea de flotación del Gobierno. Sánchez no puede permanecer callado. Hay múltiples preguntas en el aire que nadie ha respondido ¿Sabía algo Sánchez y por eso lo destituyó de la noche a la mañana de forma totalmente inesperada incluso para el propio Ábalos? Si lo sabía, debe dimitir por tapar la corrupción en vez de denunciarla en un juzgado. Si no sabía nada ¿cómo es posible que pasara ante sus narices la corrupción sin enterarse? ¿Debe asumir alguna responsabilidad por negligencia?

Sánchez no ha contestado nunca de forma clara a estas y otras preguntas Hace poco dijo que le destituyó porque hizo una remodelación del Gobierno. Eso no es una explicación, es una descripción. Lo que queremos saber es que le llevó a incluir a Ábalos en esa remodelación que más bien parecía algo forzado para meter en ese saco al ministro de Transporte.

Sánchez no ha contestado, no ha explicado nada, quizás porque no puede. En todo caso es su estrategia: no contestar, no explicar nada y convertirse en la víctima. En vez de dar explicaciones se encierra en La Moncloa, escribe cartas a los ciudadanos denunciando una persecución judicial, política y mediática contra él.

La tragedia nacional que hemos sufrido, que estamos sufriendo con la DANA, le ha servido de parapeto, ha llevado a Valencia todo el foco y el interés. Pero ahora le estalla una bomba de la que no se puede evadir: Abalos imputado por corrupción. Y es solo el principio porque es a partir de ahora cuando el Tribunal Supremo va a empezar a investigarle en profundidad. Solo estamos viendo el pico del iceberg. Lo gordo está aún por salir a flote.