Feijóo y su hora de los brujos
Las horas, seguramente, son cruciales. Desde luego, son un dolor de cabeza para algunos políticos. ¿A qué hora volvió a estar activo el teléfono de Carlos Mazón el día de la DANA? Cuentan que a las seis de la tarde, tres horas tarde fuera de cobertura mientras la gente se ahogaba. Estuvo cortejando a una periodista. Guapa, muy guapa. La deseaba como directora de la televisión pública valenciana. Casi 300 muertos les contemplan. A él y a ella, porque hasta ese punto la ha comprometido su aguerrido president.
Alberto Núñez Feijóo, Isabel Díaz Ayuso, Juanma Moreno, Alfonso Fernández Mañueco, Fernando López Miras, María Guardiola, entre otros, sus compañeros, respiran hondo, sin poder decir en público lo que piensan. Miran a Feijóo para que cumpla con su deber y pida al alicantino que dé un paso hacia atrás y cargue con su negligencia.
Vivimos un partidismo insoportable. La cosa llega a tanto que la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, debe salir a defender a uno de sus presidentes regionales, Mazón, al que los militantes populares por toda España no defienden. ¿Es tan fundamental ser fanático? Cada día que pasa, con el Partido Popular encadenado a alguien así, peor será para los de Génova. El PP busca, con cortoplacismo, no perder Valencia. Pero, Feijóo aparta la vista, y puede perderlo todo. A.M.BEAUMONT