El papelón de Juan Lobato: guardaespaldas de Begoña Gómez y pelota de Sánchez

Juan Lobato, el líder del PSOE en Madrid, ha tenido, con toda seguridad, días mucho mejores que el pasado miércoles cuando Begoña Gómez fue a declarar a la comisión de investigación sobre la Universidad Complutense en la Asamblea de Madrid. Es difícil sobreponerse a un papelón como el que le tocó hacer acompañado a la esposa de Pedro Sánchez en todo momento, a modo de guardaespaldas. 

La pregunta que hay que hacerle a Lobato es qué pintaba él allí acompañando y defendiendo a la ciudadana Begoña Gómez, una particular que tiene un problema con la justicia porque está imputada por cuatro presuntos delitos penados con hasta once años de cárcel. ¿Por qué el líder del PSOE en Madrid acompaña y arropa a la imputada? ¿Le pagamos el sueldo para eso?

Es público y notorio que la cabeza del pobre Lobato pende de un hilo porque Sánchez está pensando relevarle como líder en Madrid. Y quizás por eso trata de hacer méritos. Hacerle la pelota al jefe cuidando a su esposa es un buen intento, pero queda como un auténtico pelota ante los ciudadanos a los que supuestamente tiene que pedir el voto. 

Esto es  y seguro que también para él mismo. Porque Lobato sabe perfectamente que contra Begoña Gómez no hay un complot fascistoide sino una investigación judicial por cuatro presuntos delitos y, en todo caso, una actuación reprobable del matrimonio presidencial desde el punto de vista ético y político. 

Esa imagen de Lobato escoltando a Begoña Gómez le va a perseguir durante mucho tiempo porque le convierte de alguna manera en cómplice de sus andanzas y supone darle una munición al PP que no va a desaprovechar. 

Lo peor para Lobato sería que después de esta humillación pública Pedro Sánchez siguiera adelante con su plan de cortarle la cabeza. Quizás el todavía líder de los socialistas madrileños debería preguntarse si no es mejor morir de pie que vivir de rodillas.