A Tezanos la DANA se la trae al pairo

Pues miren por dónde, ahora resulta que su tocata y fuga de Paiporta le va a salir a Pedro Sánchez hasta rentable. Por lo visto, y en contra de lo que nos había hecho creer la malvada derechona, la ciudadanía valora que saliera pitando en cuanto arreció la lluvia de barro y tiene muy en consideración que su Presidente dejara a sus Reyes solos, porque la seguridad del líder está muy por encima de cualquier otra cuestión.

Tanto es así, que según el CIS, si hoy hubiera elecciones las ganaría el PSOE de calle y con bastante más ventaja que hace un mes. Segunda mejor marca del año, dos décimas más que el mes anterior, y dos puntos y medio más que su resultado electoral en las elecciones de julio de 2023 cuando ni Begoña, ni Ábalos tenían agendada cita con un juez y a Aldama no le conocían ni sus vecinos.

Gracias a Tezanos, Sánchez ha descubierto que subir los impuestos, intentar meter de matute a la mano derecha de Maduro en territorio de la UE, tener un hermano bajo sospecha, pactar un concierto económico para Cataluña en detrimento del resto del país, estar dispuesto a todo con tal de sacar adelante unos presupuestos que le mantengan en la Moncloa, seguir a expensas de Puigdemont, dejar que este se pitorree con una fuga inverosímil y cargar en la factura de la luz el coste de las inundaciones en Levante para que todos volvamos a pagar lo que ya tendría que estar cubierto con el pastizal que nos cobra Hacienda, da votos. Eso es por lo menos lo que defiende el mascarón de proa del CIS al que ni siquiera la desastrosa gestión de la DANA por parte de todas las instituciones oficiales, incluido el gobierno, le ha supuesto un problema a la hora de pasarse de nuevo tres minutos en el microondas con su último sondeo.

La genialidad del presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas radica en haberle cogido la medida a un líder capaz de pagarle más de lo que él mismo cobra siempre y cuando le mantenga bien arropado el ego. Tezanos seguirá sujetándole a Sánchez la corona de laurel a perpetuidad aunque sus encuestas se hayan convertido en motivo de chanza permanente. Ande yo caliente, ríase la gente, es lo que debe pensar. El problema es que el chiste de estas encuestas nos cuesta a todos 16 millones de euros al año, que como broma pesada no está nada mal. Y todo para que a pesar de los supuestos “extraordinarios resultados” Sánchez no esté dispuesto a un adelanto electoral. ¿Por qué será?