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EDITORIAL

Víctor Aldama hace temblar los cimientos de La Moncloa: decidido a contarlo todo

Su nombre aparece en todas partes, en todos los casos que ahora mismo están bajo la lupa de la justicia o de la prensa

Víctor de Aldama con Pedro Sánchez

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El presunto principal comisionista de la trama de corrupción del caso Koldo o caso Ábalos está dispuesto a colaborar con la justicia, tal y como adelantamos este miércoles en ESdiario. Ha pedido declarar de manera voluntaria ante el juez instructor del caso en Audiencia Nacional, Ismael Moreno. Eso indica que quiere contar cosas. Sabe muchas.

Su nombre aparece en todas partes, en todos los casos que ahora mismo están bajo la lupa de la justicia o de la prensa. Aldama estuvo en la noche de Delcy Rodríguez en Barajas. José Luis Ábalos, Koldo García y él aparecen en escena en el aeropuerto en aquel oscurísimo episodio. Aldama también estuvo en las reuniones de Begoña Gómez con los responsables de Globalia justo antes del rescate de Air Europa. Y su nombre está, por supuesto, en la trama de corrupción organizada desde el Ministerio de Transporte.

Por si fuera poco, también aparece en Elvas, la pequeña localidad portuguesa donde tenía su domicilio fiscal el hermano de Pedro Sánchez, presuntamente de manera falsa, para ahorrarse impuestos en España. Casualidades de la vida, en Elvas están domiciliadas algunas sociedades pantalla de Aldama.

El perejil de todas las salsas tiene mucha información, eso parece indudable. Y da la impresión de que con ese paso de pedirle al juez que le tome declaración lo que está buscando es cantar lo que sabe a cambio de un pacto con la fiscalía para reducir su condena en este asunto del caso Koldo o caso Ábalos. Porque Aldama, y esto es determinante, no quiere declarar por el caso de los hidrocarburos, que es el que lo mantiene en la cárcel, sino por este otro, por la trama de corrupción descubierta en el Ministerio de Transporte.

Veremos si este jueves, ante el juez, se confirman todas estas sensaciones. Si es así, lo que pueda declarar a buen seguro que será muy jugoso, lo suficiente para que tiemblen unos cuantos, desde Ábalos y Koldo a Sánchez y Begoña Gómez.