Más de 5.000 casos de tumores cerebrales diagnosticados anualmente en España
Representan aproximadamente el 2 por ciento de todos los cánceres diagnosticados en adultos y el 15 por ciento en niños.
Según datos proporcionados por la Sociedad Española de Neurología (SEN) con motivo de la celebración este jueves del Día Internacional, cada año se diagnostican en España más de 5.000 nuevos casos de tumores cerebrales. Representan aproximadamente el 2 por ciento de todos los cánceres diagnosticados en adultos y el 15 por ciento en niños.
En los últimos años, se ha observado un incremento en el número de casos de tumores cerebrales, debido principalmente a la mejora de las técnicas de imagen, lo que ha permitido perfeccionar su diagnóstico, y al progresivo envejecimiento de la población. Estos tumores, que abarcan más de 120 tipos en el sistema nervioso, presentan un pico de aparición en la edad pediátrica y muestran un aumento progresivo con la edad en adultos, alcanzando su máximo de incidencia entre la sexta y la séptima década de la vida.
Se debe principalmente a la mejora de las técnicas de imagen, lo que ha permitido perfeccionar su diagnóstico
Se estima que en la actualidad hay alrededor de 20.000 personas en España que padecen algún tipo de tumor cerebral, ya sea clasificado como primario (originado en el cerebro) o como metastásico (originado en otras partes del cuerpo y diseminado al cerebro).
Aunque los tumores cerebrales no son los más frecuentes, su impacto en la vida de las personas que los padecen es significativo. Los síntomas más comunes asociados a estos tumores incluyen trastornos del comportamiento, crisis epilépticas, vómitos, alteraciones visuales, fiebre, fatiga y dolores de cabeza. Además, se estima que el 80 por ciento de las personas experimentarán disfunción cognitiva, el 78 por ciento sufrirá disfunción motora y el 37 por ciento experimentará disfunción en el control de esfínteres.
Berta de Andrés, coordinadora de la Sección de Neurofisioterapia de la Sociedad Española de Neurología, destaca que los síntomas asociados al cáncer cerebral dependen de la localización del tumor y de los efectos secundarios del tratamiento. "Todos los síntomas deben ser tratados y reconocidos de forma adecuada, ya que afectan tanto a la autonomía como a la calidad de vida de la persona que los sufre".
Si bien algunos tipos de tumores cerebrales tienen tasas de curación superiores al 90 por ciento, la SEN enfatiza que el objetivo del tratamiento no solo debe ser controlar la enfermedad, sino también mejorar la calidad de vida de los pacientes al gestionar adecuadamente los síntomas.
Algunos tipos de tumores cerebrales tienen tasas de curación superiores al 90 por ciento
"Es bastante frecuente que las personas con tumores cerebrales presenten múltiples síntomas neurológicos y complicaciones sistémicas. Todos estos aspectos deben ser tratados y reconocidos de manera adecuada", indica Berta de Andrés.
LOS IMPORTANCIA DE LOS ESTUDIOS EN LA NEURORREHABILITACIÓN
Las últimas investigaciones apuntan a que el 80% de las personas que los sufren requieren Neurorehabilitación. Es común, que se desarrollen dificultades en el movimiento, en la orientación espacial, apraxia, heminegligencia, déficits sensoriales, en el equilibrio o en la coordinación.
La Neurorrehabilitación y la Neurofisioterapia, se debe centrar en prevenir complicaciones, así como mejorar esas disfunciones motoras que permitan preservar o mejorar la calidad de vida.
"Concretamente desde la Neurofisioterapia y a través del ejercicio terapéutico se tratará, de forma individualizada, aquellas posibles complicaciones derivadas de una posible menor movilidad, se prevendrán caídas por el desacondicionamiento y/o los déficits de equilibrio, se incidirá sobre el dolor, se trabajará para disminuir la fatiga (la cual aparece en el 80% de los casos que se tratan con radioterapia) y se enseñarán estrategias de movimiento compensatorias cuando así se requiera", subraya Berta de Andrés.
Esta experta afirma que la Neurofisioterapia y el resto de agentes del equipo de Neurorrehabilitación, deberán adaptarse a las condiciones de la persona, su familia y su entorno particular con el fin de planificar los objetivos terapéuticos. "Y, para eso, es necesaria una atención multidisciplinar y una derivación eficaz aun cuando se está al inicio del proceso y tras el diagnóstico", concluye.