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Dr. José Ramón Pérez-Carral

Tratamiento quirúrgico de la hiperplasia benigna de próstata (HBP)

Más de 3.500 cirugías con resultados satisfactorios

Tratamiento quirúrgico de la hiperplasia benigna de próstata (HBP)

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Recientemente me he incorporado al equipo del doctor Juan Carlos Ramírez para dirigir el programa de enucleación prostática con láser de holmio (HoLEP en sus siglas en inglés), técnica de referencia para el tratamiento quirúrgico de la hiperplasia benigna de próstata (HBP), una patología muy prevalente que afecta a la mitad de los varones mayores de 60 años. La hiperplasia benigna de próstata es un crecimiento benigno de la glándula prostática, causando molestias que pueden afectar de forma muy importante a la calidad de vida, dificultando la micción, chorro de orina débil y necesidad de acudir frecuentemente a orinar, incluso de noche, entre otros síntomas del tracto urinario.

Aunque a veces el cáncer de próstata puede coexistir con la HBP, son dos enfermedades totalmente diferentes que no se relacionan entre sí. No se conocen métodos de prevención de la hiperplasia benigna de próstata.

La cirugía mínimamente invasiva con láser holmio (HoLEP) es la técnica más eficaz para el tratamiento de la HBP. Está actualmente reconocida y recomendada por las principales guías urológicas internacionales, aunque debido a sus elevados requerimientos tecnológicos y su gran complejidad técnica, sólo se realiza en centros altamente especializados. Permite una operación de gran precisión con un tiempo de recuperación muy reducido. También es la más versátil pudiendo tratar casos no operables con otras técnicas como el láser verde.

Enucleación prostática con láser de holmio

Una de las grandes ventajas de este procedimiento es que puede usarse en cualquier escenario de la HBP, debido a que es el único capaz de operar cualquier tamaño prostático con garantías. La razón de que coexistan varias técnicas quirúrgicas desde hace décadas es que ninguna por si sola ha podido tratar a todos los pacientes que sufren esta patología, sobre todo en lo que se refiere a las próstatas grandes.

Con la llegada del HoLEP, ese problema desaparece, ya que se integra la comodidad del abordaje transuretral, la eficacia de las mejores cirugías tradicionales y la seguridad de la tecnología láser.

La próstata es una glándula que se encuentra justo al principio de la uretra, a la salida de la vejiga urinaria. Cuenta con una capsula externa y un tejido interno glandular que representa aproximadamente el 90 % de la misma y es el que dificulta la micción. Se llega hasta ella con un instrumento (resectoscopio) que se introduce a través de la uretra para extirpar la parte interna de la próstata que origina la obstrucción. El resectoscopio, contiene una cámara y una luz, un sistema de lavado para poder introducir suero salino y un mecanismo de trabajo para introducir la fibra láser. Gracias a este sistema no es necesario llevar a cabo incisiones en la piel, con las ventajas que ello aporta.

En la HoLEP se localiza el plano de diferenciación entre la capsula y el tejido glandular, que es donde radica la dificultad de la técnica y lo que requiere gran especialización. El láser de holmio corta de forma muy precisa, retirando la totalidad de ese molesto tejido glandular y logrando una curación completa y definitiva de la enfermedad del paciente.

Además, al mismo tiempo se coagulan todos los vasos que se van encontrando para no dejar heridas ni infecciones del lecho quirúrgico. En este aspecto, y según demuestran numerosos estudios, el HoLEP es muy superior al resto de las técnicas convencionales. Al penetrar poco en el tejido, el dolor y la irritación que produce es mucho menor que con otros sistemas láser.

Por todo ello la enucleación prostática con láser de holmio se ha convertido en la mejor opción para cualquier paciente que sufra de hiperplasia benigna de próstata y tenga que recurrir a la cirugía para resolver su enfermedad.

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