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¿Qué es la deshidratación extrema?

El maestro del periodismo Hilario López Millán ha fallecido a los 78 años por deshidratación extrema, te contamos en qué consiste este trastorno que puede afectar más a niños y ancianos.

Deshidratación extrema

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La deshidratación extrema es un estado en el que el cuerpo pierde una cantidad excesiva de agua y electrolitos, comprometiendo el funcionamiento de los órganos y pudiendo llevar a la muerte.

Conocer los síntomas es fundamental para poder prevenir. La atención médica puede ser necesaria en casos graves, como la reposición intravenosa de líquidos.

La deshidratación extrema es un estado en el que el cuerpo pierde una cantidad excesiva de agua y electrolitos, comprometiendo el funcionamiento de los órganos y pudiendo llevar a la muerte.

¿Qué es la deshidratación extrema?

La deshidratación extrema se refiere a la pérdida excesiva de agua y electrolitos en el cuerpo. Esto puede suceder debido a diversas causas, como la gastroenteritis aguda, la exposición a altas temperaturas, el ejercicio físico intenso o enfermedades que aumentan la micción.

Cuando el organismo pierde más líquidos de los que se ingieren, el equilibrio hídrico se ve comprometido y pueden surgir dificultades en el funcionamiento normal de los órganos.

Importancia de la deshidratación extrema

La deshidratación extrema es un problema grave que puede afectar negativamente la salud y el bienestar de una persona. El agua y los electrolitos desempeñan un papel crucial en numerosas funciones del organismo, como la regulación de la temperatura corporal, la digestión, la circulación sanguínea y el adecuado funcionamiento de los órganos.

La falta de líquidos puede llevar a una serie de complicaciones, desde la fatiga y la confusión hasta trastornos más graves que comprometen la función renal, cardíaca o cerebral. Además, la deshidratación extrema puede ser especialmente peligrosa en grupos vulnerables como los niños y las personas mayores, cuyos mecanismos de regulación del equilibrio hídrico pueden estar comprometidos.

Por lo tanto, es fundamental comprender la deshidratación extrema y tomar medidas preventivas para mantener un adecuado equilibrio hídrico en el cuerpo. En las siguientes secciones, explicaremos las causas de la deshidratación extrema, los síntomas que pueden indicar su presencia y las medidas preventivas que se pueden tomar para evitarla.

Causas de la deshidratación extrema

La deshidratación extrema puede ser causada por diversas razones, todas ellas relacionadas con la pérdida excesiva de agua y electrolitos en el cuerpo. A continuación, se detallan las principales causas de este problema.

Gastroenteritis aguda

La gastroenteritis aguda, también conocida como gripe estomacal, es una de las causas más comunes de deshidratación extrema. Esta enfermedad provoca vómitos y diarrea intensos, lo que lleva a la pérdida rápida de líquidos en el organismo. Es importante reponer estos líquidos y electrolitos para evitar la deshidratación.

Exposición a altas temperaturas

La exposición prolongada a altas temperaturas puede desencadenar la deshidratación extrema. Cuando el cuerpo se expone a un ambiente caliente, se produce una mayor sudoración para regular la temperatura corporal.

Esto puede llevar a una pérdida significativa de líquidos, especialmente si no se reemplazan adecuadamente. Es fundamental beber suficiente agua y otros líquidos durante la exposición al calor para prevenir la deshidratación.

Ejercicio físico intenso

El ejercicio físico intenso también puede ser una causa de deshidratación extrema. Durante la actividad física, el cuerpo transpira para mantenerse fresco, lo que puede resultar en una pérdida de líquidos considerable. Es esencial reponer estos líquidos a medida que se van perdiendo para evitar la deshidratación. Beber agua antes, durante y después del ejercicio es fundamental.

Enfermedades que aumentan la micción

Existen ciertas enfermedades que pueden aumentar la micción y, por lo tanto, contribuir a la deshidratación extrema. Por ejemplo, la diabetes no controlada puede causar una frecuencia urinaria elevada, lo que puede llevar a una pérdida excesiva de líquidos.

También algunas enfermedades del riñón pueden tener este efecto. En estos casos, es importante controlar la ingesta de líquidos y buscar el tratamiento adecuado para prevenir la deshidratación.

Síntomas de la deshidratación extrema

Síntomas en diferentes edades

Los síntomas de la deshidratación extrema pueden variar según la edad. En los niños, es común observar mayor irritabilidad, llanto sin lágrimas, fontanelas hundidas, boca y lengua secas, así como una disminución en la producción de orina.

En los adultos, los síntomas pueden incluir sed excesiva, micción menos frecuente, orina oscura, fatiga, mareos y confusión.

Reconocer los síntomas de la deshidratación extrema

Es importante estar atento a los signos de deshidratación extrema para poder actuar a tiempo. Entre ellos se encuentran:


  • Boca y piel seca
  • Sed intensa
  • Pulso rápido
  • Micción menos frecuente y en menor cantidad
  • Ojos hundidos
  • Mareos y debilidad
  • Confusión y dificultad para concentrarse
  • Calambres musculares
  • Apatía y somnolencia
  • Desmayo o pérdida del conocimiento


Si se experimentan algunos de estos síntomas, especialmente en situaciones de exposición al calor o después de realizar ejercicio físico intenso, se debe buscar atención médica de inmediato.

Prevención de la deshidratación extrema

La prevención de la deshidratación extrema es fundamental para garantizar un adecuado equilibrio hídrico en el organismo. A continuación se detallan algunas medidas preventivas que se pueden implementar tanto en personas vulnerables como en situaciones de enfermedad:

Medidas preventivas en personas vulnerables


  • Tomar suficiente líquido a lo largo del día, especialmente en climas cálidos o durante la práctica de ejercicio físico intenso. La cantidad recomendada puede variar según cada individuo, pero se estima que entre 1.5 y 2 litros de agua al día es una ingesta adecuada.
  • Prestar atención especial a la hidratación de los niños y las personas mayores, ya que son más susceptibles a la deshidratación debido a cambios fisiológicos asociados a la edad, menor sensación de sed y alteración en los mecanismos de saciedad. Se recomienda establecer rutinas de ingesta de agua, como tomar un vaso de agua en cada comida, fraccionar la ingesta de agua entre las comidas y beber agua en ayunas para evitar el estreñimiento.
  • En situaciones de enfermedad o afecciones que aumentan la micción, se debe prestar especial atención a la ingesta de líquidos. Es necesario reponer las pérdidas mediante la ingesta de agua o líquidos adecuados, como infusiones, caldos o bebidas isotónicas. Consultar con un profesional de la salud para determinar la cantidad y tipo de líquidos recomendados en cada caso.


Ingesta de líquidos adecuada

Es importante tener en cuenta que la ingesta de líquidos no debe limitarse únicamente a agua, ya que el organismo también necesita de electrolitos y nutrientes esenciales que se encuentran en otras bebidas. La diversificación de la ingesta puede incluir jugos naturales, infusiones sin azúcar, agua de coco y caldos de verduras.

En situaciones de enfermedad, como fiebre, vómitos o diarrea, es importante estar atentos a la ingesta de líquidos debido a la posible pérdida excesiva de agua y electrolitos. Se recomienda beber líquidos en pequeñas cantidades de forma frecuente para evitar la deshidratación, y en caso de que los síntomas persistan, es necesario consultar con un profesional de la salud.

Deshidratación extrema en personas mayores

La deshidratación extrema es un problema especialmente preocupante para las personas mayores debido a los cambios fisiológicos asociados a la edad y a una menor sensación de sed.

Estos factores incrementan la vulnerabilidad de los adultos mayores a la falta de líquidos en el organismo, lo que puede llevar a complicaciones graves en su salud.

La edad avanzada trae consigo alteraciones en los mecanismos de saciedad y en la capacidad del cuerpo para regular adecuadamente el equilibrio de líquidos. Además, los adultos mayores son más propensos a sufrir enfermedades crónicas que pueden aumentar la micción y contribuir a la deshidratación.

La reducción de la masa muscular y del volumen total de agua en el organismo, así como la disminución en la función renal, hacen que las personas mayores sean más susceptibles a padecer deshidratación extrema. Es crucial estar atentos a los signos y síntomas para prevenir complicaciones graves.

Recomendaciones específicas para personas mayores

Para evitar la deshidratación en personas mayores, es fundamental seguir estas recomendaciones:


  • Aumentar gradualmente la ingesta de líquidos durante el día.
  • Tomar un vaso de agua en cada comida.
  • Fraccionar la ingesta de agua entre las comidas.
  • Beber agua en ayunas para evitar el estreñimiento.


Es importante tener en cuenta que, en algunos casos de condiciones de salud específicas, puede ser necesario restringir la ingesta de líquidos. Por tanto, es fundamental consultar con un profesional de la salud para obtener recomendaciones específicas según el estado de cada persona mayor.

Además, es necesario que los familiares y cuidadores estén alerta a los signos de deshidratación en las personas mayores, como la sed excesiva, la orina oscura, la fatiga y la confusión. Ante la presencia de estos síntomas, es crucial buscar atención médica de inmediato para evitar complicaciones graves.

Tratamiento y atención médica para la deshidratación extrema

En casos de deshidratación extrema, es fundamental buscar atención médica de forma inmediata. El tratamiento consiste en la reposición intravenosa de líquidos para restablecer el equilibrio hídrico y evitar complicaciones graves. El personal médico administra líquidos directamente en una vena para asegurar una absorción rápida y efectiva.


Reposición intravenosa de líquidos

La reposición intravenosa es la forma más eficiente de corregir la deshidratación extrema. Durante este procedimiento, se utilizan soluciones salinas o líquidos glucosados para restaurar el equilibrio electrolítico y rehidratar el organismo.

El médico evaluará el grado de deshidratación y determinará la cantidad y el tipo de solución requerida. La reposición intravenosa puede ser necesaria en casos de deshidratación extrema severa, síntomas graves o en personas que no son capaces de ingerir líquidos por vía oral debido a vómitos o incapacidad para tragar.

Este procedimiento permite una recuperación más rápida y efectiva, asegurando que el organismo reciba los nutrientes necesarios para su funcionamiento adecuado.

Medicamentos para controlar los síntomas

Además de la reposición intravenosa de líquidos, en algunos casos se pueden administrar medicamentos para controlar los síntomas asociados a la deshidratación extrema.

Estos medicamentos pueden incluir antieméticos para controlar los vómitos, antidiarreicos para reducir la diarrea, y analgésicos para aliviar el malestar y el dolor.

Es importante destacar que el uso de medicamentos dependerá de la evaluación y la prescripción médica. No se deben automedicar ni tomar ningún medicamento sin la supervisión de un profesional de la salud, ya que algunos pueden tener contraindicaciones o interacciones con otros fármacos.

Es fundamental estar atentos a los síntomas de la deshidratación extrema para poder actuar a tiempo y prevenir complicaciones graves. Reconocer los signos de deshidratación, como la sed intensa, la micción menos frecuente, la orina oscura, la fatiga, los mareos y la confusión, nos permite tomar medidas inmediatas para rehidratarse adecuadamente.

Es importante recordar que la prevención es la clave para evitar la deshidratación extrema. Tomar suficientes líquidos a lo largo del día, especialmente en climas cálidos o durante la realización de ejercicio físico intenso, nos ayuda a mantener un adecuado equilibrio hídrico en el cuerpo. Fraccionar la ingesta de líquidos entre las comidas y beber agua en ayunas también son buenas prácticas para prevenir la deshidratación.

Buscar atención médica cuando sea necesario

Si sospechas que estás sufriendo de deshidratación extrema y los síntomas son persistentes o empeoran, es imprescindible buscar atención médica de inmediato. Los profesionales de la salud podrán evaluar tu estado y determinar si necesitas intervención médica, como la reposición intravenosa de líquidos para restablecer el equilibrio hídrico del cuerpo.

Precauciones y recomendaciones ante altas temperaturas

Estas medidas de precaución son especialmente relevantes para quienes sean más susceptibles a la deshidratación extrema, como los niños, los ancianos y las personas con ciertas condiciones de salud. Al adoptar estas precauciones, estaremos cuidando nuestra salud y previniendo los riesgos asociados a la falta de hidratación adecuada.


  1. Permanecer en lugares frescos y ventilados durante las horas más calurosas del día. Evitar la exposición directa al sol y buscar sombra cuando sea necesario.
  2. Beber abundante agua durante todo el día, incluso si no se tiene sed. Es fundamental asegurarse de estar hidratado constantemente.
  3. Utilizar ropa ligera y de colores claros para mantener el cuerpo fresco. También es recomendable utilizar protector solar para proteger la piel de los efectos dañinos del sol.
  4. Evitar realizar actividades físicas intensas al aire libre durante las horas de mayor calor. Si es necesario realizar alguna actividad, se sugiere hacerlo en las primeras horas de la mañana o en las horas de la tarde, cuando las temperaturas son más suaves.


Es fundamental seguir estas recomendaciones y prestar especial atención a aquellos grupos de personas más vulnerables, como los niños y los ancianos.


Además, es importante recordar que la deshidratación extrema puede ser peligrosa y requerir atención médica, por lo que ante cualquier síntoma preocupante es recomendable buscar ayuda profesional. Si te ha sido el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.